El grupo de secuestradores, formado unos veinte fugitivos de la Justicia implicados en asesinatos, extorsión y bandidaje, puso en libertad a primeras horas de la mañana a tres mujeres y unas horas después a otras cinco, según indicó la Policía.
“Quedan 47 rehenes en el interior”, declaró a los periodistas Josefina Bajade, quien lleva el peso de las negociaciones con la banda de forajidos que se ha atrincherado con los secuestrados en tres cabañas situadas a las afueras de la localidad de Prosperidad, en la provincia de Agusan del Sur.
Una de las mujeres liberadas, identificada como Ponciana Avenido, relató a la radio local dzMM, todavía sorprendida, que su secuestro concluyó cuando rogó al jefe de la banda que le dejara ir a casa “para cambiarme de ropa y dar de comer a los animales”.
La mayoría de los rehenes están emparentados o son vecinos de los secuestradores capitaneados por Ondo Perez, ex miembro de una de las muchas organizaciones paramilitares que proliferan en la conflictiva isla de Mindanao y que años atrás formó su propio grupo armado.
“Creemos que los rehenes no serán maltratados puesto que conocen a sus secuestradores, incluso algunos son familiares suyos”, explicó a la prensa el jefe regional operacional de la Policía, superintendente Nestor Fajura.
El Gobierno de la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, toleró la actividad de las fuerzas de voluntarios para apoyar al Ejército en su larga lucha contra los rebeldes comunistas y musulmanes, que tienen sus plazas fuertes en zonas esparcidas por el sur del archipiélago.
El secuestro arrancó el jueves cuando las fuerzas de seguridad intentaron detener a Perez y a sus correligionarios por asesinar a seis familiares de Joel Tubay.