Un niña de tres años ha resultado herida leve tras ser mordida por un perro de raza pitbull cuya propietaria, una vecina de su misma urbanización, en la Ronda Este, la llevaba sin bozal, pese a que este can está considerado de raza potencialmente peligroso. Según han confirmado a este periódico fuentes policiales, debido al ataque, la menor presenta lesiones en la cara y sus padres, muy asustados, tuvieron que llevarla a un centro sanitario para asistirla de sus heridas en el rostro. Afortunadamente, todo quedó en un buen susto que sus progenitores tardarán todavía mucho tiempo en olvidar.
Se da la circunstancia, además, de que este pitbull había mordido días antes a otro perro del vecindario al que sus dueños están tratando en el veterinario. Dos episodios muy seguidos en el tiempo que han provocado malestar entre los residentes con la propietaria del animal, pues según denuncian, es reacia a ponerle el bozal, e insiste en que tiene la correspondiente licencia que garantiza su seguridad.
Este medio ha podido saber que el caso ya está en manos de la Policía Nacional, que se personó la noche del martes en casa de esta vecina ante los hechos ocurridos horas antes y ha abierto una investigación sobre el suceso que irá por la vía penal y administrativa. Los propietarios de perros catalogados como potencialmente peligrosos (PPP), además de contar con el preceptivo permiso, a llevarle con bozal y con correa en los lugares públicos. Una normativa que supuestamente infringió en ambos casos la dueña del perro que le causó las lesiones a la niña y y al otro perro del barrio.
