En declaraciones a la prensa, Obama aseguró que en su encuentro en Copenhague con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, al margen de la cumbre sobre el cambio climático, se han producido “excelentes progresos” sobre el tratado de desarme y “nos encontramos bastante cerca de un acuerdo”.
La reunión bilateral entre los dos líderes se centró en el acuerdo que negocian sus respectivos equipos en Ginebra para tratar de cerrar un tratado de desarme nuclear que sustituya al START de 1991.
Inicialmente, ambos países se habían fijado como objetivo que el nuevo documento estuviera listo antes de que expirara el START, algo que no se consiguió, y ahora fuentes rusas indican que podría firmarse a lo largo de enero. En sus declaraciones, Obama expresó su convencimiento de que el nuevo acuerdo se cerrará “en su debido momento”.
Por su parte, el presidente ruso agradeció a su colega estadounidense que sea “un socio efectivo” y expresó también su opinión de que, en lo que respecta al nuevo START, “nuestras posiciones están muy próximas”. Tan sólo, resaltó, persisten algunas diferencias en “detalles técnicos”.
Obama y Medvédev acordaron en julio pasado en Moscú que el nuevo tratado, que tendría una vigencia de diez años, reduciría el número de cabezas nucleares de cada país a entre 1.500 y 1.675 en sus primeros siete años.
Sus vectores o proyectiles para su lanzamiento se reducirían también a un máximo de entre 500 y 1.000.
COREA DEL NORTE
Por su parte, Corea del Norte confirmó ayer que el líder norcoreano, Kim Jong-il, recibió una carta de Barack Obama, durante la visita de su enviado especial, Stephen Bosworth, a Pyongyang a principios de mes.
Kim recibió la misiva de manos del primer viceministro de Asuntos Exteriores norcoreano, Kang Sok-ju, que se reunió a comienzos de diciembre con Bosworth para discutir la vuelta de Corea del Norte a las conversaciones a seis bandas para su desarme.