Probablemente nunca antes, desde que comenzara esta epidemia, allá por los inicios de 2020, habíamos tenido tantos motivos de esperanza y tantos argumentos para pensar que el final, con todas las cautelas posibles, comienza ya a vislumbrarse. Así parecen indicarlos múltiples indicadores, el más importante de los cuales es la imparable y sostenida caída de la incidencia del virus, que hoy, en Alcalá, vuelve a situarse en mínimos desde el verano de 2020, con 23 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La tasa es casi la mitad que se registraba hace justo una semana (41) y da muestras de la progresión a la baja, pese a haberse estancado en los últimos días. Este estancamiento se refleja en el hecho de que cuatro de los cinco contagios que se han notificado en las dos últimas semanas se han registrado en los últimos siete días. No obstante, la media se sigue manteniendo claramente por debajo de un caso diario, y de hecho no se ha informado de nuevos positivos desde el lunes.
Un dato también muy revelador es el de los casos activos. Este miércoles se alcanza una marca realmente significativa. En estos momentos solo quedan 20 personas en Alcalá que aún cumplen su cuarentena o padecen la enfermedad. Baste decir que, hace tan solo un mes, el número de casos activos en Alcalá la Real estaba en torno a los 200 y que en los peores momentos de la epidemia llegó a superar ampliamente los 400, es decir, en torno a un 2% de la población estaba infectada al mismo tiempo.
El contexto general de la provincia y del distrito sanitario es muy positivo. Alcaudete, Castillo de Locubín y Frailes tienen en este momento incidencia cero, es decir, no han registrado ningún contagio de Covid en las últimas dos semanas. La incidencia en el conjunto del distrito sanitario Jaén Sur se encuentra ya en 30. Esto es casi seis veces que la que se registraba el 1 de septiembre.