Dentro de la Universidad de Cádiz nadie duda de que existe una gran cantidad de talento joven. Un talento joven que destaca en muchas disciplinas diferentes y que se unen en un proyecto realmente interesante que traspasa las barreras de nuestro país. Fórmula Gades, el proyecto por el que un grupo de medio centenar de alumnos tiene como objetivo “construir un monoplaza todos los años”, como comenta Daniel López, director técnico del equipo. Este pasado verano han estado presentes en la República Checa y en Barcelona, en el Circuit de Montmeló, clasificándose como el primer equipo de España y el cuarto del mundo.
Daniel López destaca que “dentro del grupo de unos 50 que somos hay alumnos de muchas carreras de la Universidad de Cádiz, no solo de ingeniería. El equipo se divide en una parte técnica que se subdivide en chasis, frenos, motor o aerodinámica y hay otra parte más dedicada al tema del marketing y las finanzas. La norma es que no podemos reutilizar el coche, tenemos que crear uno nuevo cada año. Empezamos en septiembre y competimos en la Formula Student, que es algo así como la Fórmula 1 universitaria. No hay competiciones nacionales, todas son a nivel mundial y se compite contra equipos que vienen de países como Estados Unidos o Australia”.
“Es una competición de ingeniería más que de coches”, comenta el dierctor técnico. “Se valora que sea fiable, que tenga unas bases firmes y no estén las cosas hechas porque sí. Hay una prueba estática y una dinámica. En la estática se valora el diseño del coche, las piezas, que todo tenga un por qué de un gasto y que justifique en qué has gastado el dinero y por qué. También se presenta un plan de negocio aislado al coche, en nuestro caso presentamos un proyecto de una escuela en el Circuito de Jerez. Luego están las pruebas dinámicas. Hay que pasar unas pruebas de escrutinio, como una ITV, que asegure que el monoplaza puede competir y hay una prueba de aceleración en 100 metros. Luego el coche tiene que dar vueltas en un 8 para pruebas de suspensiones y vuelta rápida. Otra prueba es el autocross. Se hace una vuelta rápida al circuito, normalmente más pequeño de lo normal, por ejemplo, en Montmeló se usan tramos del circuito normal y otros que se limitan con conos, en definitiva, más pequeño y con pocas rectas y muchas curvas. La última prubea es la más difícil y consiste en hacer 21 kilómetros en un circuito”.
Para manejar este tipo de monoplazas hace falta un piloto. En Fórmula Gades explican también que una de las condiciones es que “todos los integrantes del equipo tienen que ser alumnos de la universidad. No podemos buscar un piloto de fuera. Uno de los motivos por los que no hay carreras es porque no somos pilotos profesionales y hay riesgo. Son pruebas más aisladas. Tenemos tres pilotos, el año pasado teníamos un compañero que competía en rally y normalmente hacemos pruebas en el karting de Conil y los elegimos”.
Para Daniel López, vivir la experiencia de viajar al extranjero con Fórmula Gades es “algo único. No te lo ofrece otra cosa. Tener la sensación de sentirte como importante en este sector. A una escala mucho menor, pero viajas con tu equipo, llevas el coche, lo montas…en Barcleona estuvimos dentro de los boxes de la Fórtmula 1. Es una forma de acercarte a ese mundo que parece idílico”.
“Los fallos del año pasado se tienen en cuenta, se realizan informes y hay piezas como el motor que reutilizamos. Los cambios en el chásis del coche es lo que piden, para que no hagas un coche y te lleves muchos años con él, que vayas innovando. En las ruedas, si quieres, no tienes que hacer cambios. Hay que demostrar que el coche tiene algo nuevo y mejor que el anterior”, destaca Daniel, que habla de su equipo que está “más o menos empezando porque llevamos solo tres años”.
El presupuesto es “menor que un equipo profesional, aunque hay coches de equipos con tecnología patrocinada por AMG que, tras implementarla en un coche de estos, ha terminado llevándolo a los motores de la Fórmula 1. Esto es un área de mucha investigación”.
Fórmula Gades, tras la competición del verano ya ha empezado “con el coche de este año. El domingo se cerró la captación de nuevos miembros, hay gente que acaba la carrera y se va rotando. La idea es terminar el diseño en diciembre y empezar la fabricación en enero o febrero”.
Una difícil financiación
Todo lo que rodea a la Fórmula Student necesita de un presupuesto importante. Daniel López destaca que esto es “uno de los grandes problemas porque hacer un coche competitivo cuesta unos 20.000 euros. La UCA nos ayuda con unos 2.000 euros y luego vamos buscando empresas patrocinadoras que nos vayan ayudando e incluso aportando piezas gratis a cambio de un patrocinio”.
