La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a penas que suman tres años de prisión a un joven de 22 años que abordó a tres menores que estaban sentadas en un banco junto a un colegio y realizó tocamientos en el pecho a una de ellas al tiempo que lo intentó con una segunda, mientras les mostraba sus genitales y profería expresiones procaces.
El tribunal condena, asimismo, a su acompañante, otro joven de 24 años que arremetió contra los dos policías locales que acudieron en auxilio de las victimas. A uno de los agentes le propinó un cabezazo que le ocasionó "contusión craneal" mientras que el otro agente sufrió lesiones en cuello y brazo debido a los golpes.
La sentencia, de noviembre y consultada por Europa Press, impone al primer acusado dos años de cárcel por abuso sexual a menor de 16 años, seis meses de prisión por abuso sexual en tentativa, y otros seis meses de cárcel por exhibicionismo, si bien en los tres delitos aplica la atenuante de embriaguez al considerar que tenía afectadas levemente sus capacidades por la ingesta de alcohol.
Al otro acusado, la Sección Segunda le condena, también con la atenuante de embriaguez, a seis meses de prisión por atentado a agentes de la autoridad y al pago de una multa de 360 euros por dos delitos leves de lesiones.
Según se recoge en los hechos probados, ambos jóvenes transitaban por la calle en la noche del 27 de junio de 2018 cuando vieron a las tres menores de 15, 16 y 17 años, quienes estaban sentadas en un banco junto al colegio en compañía de dos amigos.
Se acercaron a ellas y "con inequívoco ánimos lascivo", empezaron a decirles "putas, os vamos a follar". A continuación, el principal acusado se aproximó a una de ellas y "acercó su mano a su cuerpo para tocarle el pecho" aunque no llegó a conseguirlo "por la rápida intervención de uno de sus amigos, que se interpuso y se encaró con él".
Sí consiguió tocar el pecho "por encima de la ropa" a una segunda mientras le decía que se fuera con él antes de ser "apartado" por otro amigo de la joven, que procedió a llamar a la Policía.
La sentencia indica que, en ese momento, y después de hacer el "amago de marcharse", uno de los acusados se bajó los pantalones y "les mostró sus genitales, insultándolas".
Una vez llegó al lugar la Policía, emprendieron la huida y se inició una persecución a pie en la que los agentes lograron dar alcance al otro acusado, que se revolvió "golpeando en el cuello y un brazo a uno de ellos". Su compañero también tuvo que ser asistido en un centro de salud ya que, cuando iba a ser introducido en el vehículo policía, le dio un cabezazo que le causó una contusión craneal.
Al margen de las penas privativas de libertad, la Audiencia Provincial prohíbe al condenado por delitos sexuales comunicarse o acercarse a menos de 500 metros a las víctimas durante cuatro años, le inhabilita para cualquier profesión y oficio, retribuido o no, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por cinco años y le impone libertad vigilada por otros cinco años.
Asimismo, deberá pagar una multa de 90 euros por un delito leve de hurto en tentativa ya que quiso apoderarse del teléfono móvil de una de las jóvenes durante el altercado.