La Guardia Civil ha detenido en Murcia y Zaragoza a seis personas acusadas de integrar una banda a la que se le imputan al menos 18 robos en cajeros automáticos de entidades bancarias de cuatro provincias, entre ellas Almería. Para cometer los atracos, siempre durante la noche, introducían mezclas de gases explosivos por las ranuras y los hacían estallar para apropiarse del dinero.
Al grupo, desarticulado en el marco de la operación 'Orbit', se les atribuye la presunta comisión de delitos de pertenencia a organización criminal, robo y daños agravados con explosivos. Según ha informado la Guardia Civil, los datos de la investigación apuntan a que sus integrantes, de nacionalidad rumana, están implicados en robos similares y con la misma forma de operar en países de Centro Europa.
El modo de actuar incluía un exhaustivo estudio y reconocimiento de la zona para seleccionar entidades bancarias ubicadas en poblaciones pequeñas y con diversas vías de escape.
Tras seleccionar el objetivo y planificar el robo, un grupo formado por tres o cuatro personas se desplazaban hasta el lugar, donde de manera coordinada se distribuían las labores de ejecución, contravigilancia para detectar posible presencia policial y apoyo en vehículo para asegurar la fuga.
Los ejecutores del robo, tras inyectar una mezcla de gases a través de la ranura del cajero automático como el acetileno lo hacían estallar, causando importantes daños en el cajero, entidad bancaria y, en ocasiones, en viviendas colindantes.
Tras producir la explosión y apropiarse del dinero del cajero, con la ayuda del grupo encargado de la contravigilancia, huían rápidamente del lugar aprovechando las distintas vías de comunicación.
Según ha precisado la Guardia Civil, este "peligroso" modo de operar fue repetido por la organización hasta en 18 ocasiones en Valladolid, Zaragoza, Murcia y Almería, el último de ellos cometido el día 20 de noviembre en la localidad murciana de Torre-Pacheco.
La investigación se inició precisamente a finales del pasado año tras detectarse una intensa actividad del grupo delictivo en la provincia de Valladolid, donde en tan sólo un mes la organización había explosionado ocho cajeros automáticos.
Tras el último robo, la Guardia Civil detectó en la provincia de Almería a algunos integrantes de esta organización y estableció sobre ellos un discreto servicio de vigilancia. La vigilancia dio sus frutos cuando los agentes comprobaron una gran actividad del grupo en la localidad de Torre Pacheco (Murcia), lo que hizo sospechar a los investigadores que esta localidad podría ser la elegida para la comisión del próximo hecho delictivo.
DETENCIONES EN ALMERÍA
Por ello, durante varios días los agentes establecieron discretos controles, tanto en la localidad como en sus vías de acceso y salida, dando como resultado la detención de uno de los componentes del grupo cuando se disponía a acceder a una entidad bancaria de la localidad. En el momento de la detención se le intervino todo el material que iba a ser empleado en la comisión del robo.
Durante la misma noche y fruto del amplio dispositivo establecido en Torre Pacheco, se detuvo a otros cuatro miembros de la banda que realizaban funciones de apoyo al detenido. Asimismo, se practicó un registro domiciliario en Roquetas de Mar (Almería), interviniéndose abundante material empleado en los robos y diversa documentación entre la que destaca la planificación de otros cuatro robos que se iban a cometer en fechas próximas en la provincia de Murcia.
El operativo para la desarticulación total del grupo finalizó con la detención en la provincia de Zaragoza de una sexta persona que había prestado apoyo a la organización durante los robos perpetrados en esa provincia.
La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Almería, ha sido llevada a cabo por agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería y de la Unidad Central Operativa del mismo Cuerpo, apoyados por Unidades Territoriales de las provincias de Valladolid, Zaragoza y Murcia.