La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a seis años y medio de prisión a R.S.V. por un delito de violación después de que agrediera sexualmente a su compañera sentimental cuando esta se encontraba echada en la cama junto a su hijo de dos años a pesar de la negativa de esta, que fue forzada y se encontraba impedida para zafarse del agresor.
El fallo, consultado por Europa Press y que se encuentra recurrido en casación, prohíbe al acusado
acercarse a la víctima a su domicilio, trabajo o cualquier lugar donde se encuentre a menos de 500 metros por un tiempo de nueve años así como comunicarse con la mujer durante el mismo periodo, toda vez que le ha impone ocho años de libertad vigilada y una indemnización por daños morales a favor de la víctima de 12.000 euros.
El tribunal señala en sus fundamentos la declaración "coherente, constante y plenamente creíble" de la perjudicada, que junto con la prueba documental "corrobora la realidad de sus afirmaciones" mientras que las explicaciones del acusado fueron "poco creíbles" ante la "fuerza física" empleada para "doblegar la voluntad de la víctima" a fin de mantener relaciones "contra la voluntad de la misma".
En esta línea, la prueba practicada desmonta la versión ofrecida por el acusado, quien defendió que las relaciones habían sido "consentidas" y sin la presencia física del menor, aunque no llegaron a darse de forma completa porque "vio que algo iba mal". Frente a esto, el tribunal señala los informes de ADN que verifican la eyaculación así como el empleo de la violencia por las heridas en los brazos de la víctima y en la rotura de su ropa interior, entre otros aspectos.
Junto a esto, la víctima puso en conocimiento de la investigación los mensajes que había recibido de su pareja en la que la había amenazado tras indicarle al acusado por teléfono que quería marcharse, sin que llegaran a acreditarse otros problemas previos entre ambos por los que se aprecie algún tipo de motivo que justificara una invención por parte de la víctima.
La defensa del condenado destacó aún así elementos para poner en duda la credibilidad de la versión de la víctima, si bien todo ellos, según detalla el tribunal, fueron referidos a su conducta "posterior a la agresiones sexual", por lo que "no justifican la falta de realidad de la misma".
