El Pleno del Ayuntamiento de Roquetas de Mar (Almería) ha aprobado este martes por unanimidad de sus concejales el cese de los cargos públicos que reciban alguna dosis de la vacuna contra el covid-19 "antes de que le corresponda" en función de protocolo que manejan las autoridades sanitarias por el que se establece un orden según actividad o grupo de riesgo.
El acuerdo se ha producido tras la propuesta del alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat (PP), de simplificar los textos elevados por Vox y Cs al respecto, de forma que finalmente se ha ratificado la propuesta de la formación naranja para determinar que "cualquier político que reciba --la vacuna-- fuera de lo que marca el protocolo deba ser cesado".
El alcalde ha señalado que "cualquier político que se vacune, que se las arregle" a partir de ahora una vez votado el acuerdo, ante lo que ha recordado que quien incumpla, "tiene que presentar su dimisión"; un aspecto que ha recalcado tras haber despejado cualquier tipo de duda sobre si él mismo se habría suministrado alguna dosis.
"A lo mejor piensan con estas mociones que posiblemente el alcalde, que tiene 76 años y es el alcalde, se ha vacunado. Pues le digo que no", ha manifestado el primer edil roquetero, para quien en el seno del órgano pleno "no se da puntada sin hilo", por lo que ha querido aclarar que "nadie" del equipo de gobierno ha sido vacunado contra el covid-19. "Cuando llegue el momento lo haré como un ciudadano más", ha ahondado.
El acuerdo contempla situaciones como la de la concejal de IU-TD-EQ, Antonia Fernández, quien compagina la actividad política con su trabajo de enfermera en Atención Primaria y, por tanto, ha recibido vacunas- "Es política, pero es profesional de la sanidad y está trabajando", ha dicho el regidor.