"Tras ver las grandes incongruencias que el detenido mantenía en su manifestación, conseguimos varios testigos que desmontaban la coartada que el autor tenía"
La Audiencia Provincial de Almería acogerá a partir del próximo miércoles la vista oral con jurado popular contra K.K., el hombre que se enfrenta a 23 años de prisión por asesinar presuntamente a su pareja, A.B., cuyo cuerpo sin vida fue encontrado más tarde en una planta de basura de Gádor (Almería).
Según consta en el auto de hechos, entre las 02:22 y las 03:00 del 25 de septiembre de 2018, el acusado se encontraba con su pareja sentimental A. B., de 28 años, en el domicilio donde ambos convivían en de Roquetas de Mar, manteniendo una fuerte discusión.
La mujer le habría anunciado que "iba a terminar su relación con él", y como "último acto de venganza y control sobre ella", de forma "sorpresiva", presuntamente le enrollo un cable alrededor del cuello, y haciendo uso de una "gran fuerza", la estranguló, a pesar de los gritos de la mujer y de su resistencia.
A.B. falleció inmediatamente a consecuencia de una anoxia encefálica. Su cuerpo sin vida fue encontrado dos días después por un operario en una planta de basura de Gádor.
El 29 de septiembre de ese mismo año, K.K. se personó junto a la madre de la víctima en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar para denunciar la desaparición de ésta y dar "información mendaz" a los agentes, ya que señaló que la anterior pareja de A. B. tenía una orden de prohibición de aproximación y comunicación respecto a ella, dictada en una causa por posible violencia de género, lo que dio origen a la apertura de otra causa judicial.
Según informó el capitán José María Zaldive, de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Almería, tras recuperar el cadáver del vertedero de Gádor, fue posible identificarlo "gracias a la propia denuncia del posteriormente detenido, el cual relataba que su pareja había abandonado el domicilio común que mantenían en Roquetas".
"Tras ver las grandes incongruencias que el detenido mantenía en su manifestación, conseguimos varios testigos que desmontaban la coartada que el autor tenía", incide.
Ante las sospechas, el detenido daba a la Guardia Civil pistas falsas y llegó a comunicar "mientras estaba en Madrid intentando huir en avión", que la fallecida estaba en Murcia y que esa misma tarde él iba a acompañarla hasta dependencias oficiales.
Los agentes lograron averiguar que el autor pensaba huir a Marruecos en un vuelo desde el aeropuerto madrileño de Barajas, donde fue detenido.
En el propio aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas confesó que había cometido el crimen, y llegó a decir que lo había hecho por celos, aunque Zaldive afirma que por ahora no se puede "dar credibilidad ni a una versión ni a otra".
El Instituto Armado aseguró además que el mauritano K.K. ejercía como proxeneta de la víctima: "Aunque negaba y repudiaba que se dedicara a la prostitución, hemos podido demostrar por testificales que él mismo la llevaba hasta los locales, la recogía e incluso permanecía allí mientras la ejercía", sostuvo Zaldive.
"De hecho ella se encontraba muy aislada, no hablaba español, no tenía relaciones sociales y él le controlaba todas las relaciones que tenía", explicó el portavoz tras concretar que el detenido presuntamente asfixió a su pareja en su casa de Roquetas de Mar, posteriormente tiró su cuerpo a un contenedor de basura y luego denunció que se había ido de la vivienda.