Tantas ganas tenía Podemos de llegar al Gobierno que lleva dos años dedicándose casi en exclusiva a hacer oposición al Gobierno desde el Gobierno. Igual piensan los altos cargos de Podemos que los ciudadanos no se han enterado que Podemos forma parte del Consejo de Ministros, pero es obvio que lo saben fundamentalmente porque los ciudadanos trabajan y sudan mucho para poder pagar los salarios de tan ingente cantidad de ministros, secretarios de Estado y asesores.
Venían a cambiar el mundo y no hay día en el que, al más mínimo problema, actúen como si ellos no fueran el Gobierno. De momento, desde aquel abrazo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, sí han querido ser Gobierno para poder meter sus manos en el CNI, para colocar a media cúpula del partido, niñera incluida, para hacer campaña a la Comunidad de Madrid, para el ascenso personal de la ungida o para alguna guía de cómo comer sano.
Pero si el Gobierno en el que forma parte Podemos se extralimita con la fuerza policial, Podemos se cambia de traje y se pone el mono de oposición para reclamar al Gobierno. Si el Gobierno en el que forma parte Podemos se encuentra ante un problema laboral, en lugar de asumir que le corresponde tomar decisiones, Podemos se vuelve a poner el traje de oposición para reclamar al Gobierno.
Ellos (y ellas y elles) nunca tienen la responsabilidad. Incluso en ocasiones tienen hasta la solución, pero como oposición, sin ser capaces de adoptar esas decisiones en el Consejo de Ministros. “El Gobierno tiene que hacer esto o lo otro”, repiten en reiteradas ocasiones los miembros de Podemos. Pero si el Gobierno son ustedes, señoras y señores de Podemos.
Son capaces incluso de encabezar manifestaciones contra el Gobierno como si no fuera con ellos. Asaltar el cielo se ve que cuesta mucho trabajo.
