A estas alturas de la película no creo que haya científicos que nieguen que el clima de la Tierra esté cambiando y en realidad lo que divide sus opiniones tiene que ver con las causas de ese cambio, con el papel jugado por la humanidad en el mismo y con si es posible que lo podamos revertir. En palabras sencillas podríamos decir que no todos los científicos (aunque muchos lo pretendan) están de acuerdo en que seamos los causantes principales del cambio que se está produciendo actualmente en el clima de nuestro planeta, aunque con ello no nieguen la parte que nos toca en el proceso, sobre todo porque los datos disponibles de los últimos dos siglos indican que dicha relación ha existido desde que comenzó la era industrial.
La composición de gases atmosféricos en diversos momentos previos a la revolución industrial se ha comparado con la de momentos posteriores (no entraré en cómo se hace) y se aprecia un incremento del contenido de los gases de efecto invernadero que – como el CO2 – provocan que aumente la temperatura terrestre y como consecuencia de ello se alteren las condiciones climáticas del planeta. Esto no deja de ser un hecho, pero lo cierto es que hoy por hoy la humanidad no dispone de ningún método para eliminar esos gases de una manera eficiente y lo único que podemos hacer es reducir esas emisiones y si fuese posible paralizarlas.
Aquí es donde algunos científicos discrepan y se preguntan si en caso de que lográsemos dejar de emitir gases de efecto invernadero la atmosfera recuperaría su estado preindustrial y se frenaría la subida global de temperaturas. Los científicos no han aclarado esto del todo y a falta de datos solo pueden hacer modelos, que aunque mejoren siempre serán interpretaciones. También son modelos – en este caso predictivos – los que dicen a los científicos lo que ocurrirá y para hacerlos disponen de muchos datos procedentes de los sedimentos de los fondos oceánicos. Pero esos datos explican lo sucedido y la historia reciente de la Tierra está repleta de cambios climáticos de mayor o menor calado y de orígenes muy diferentes, principalmente astronómicos ligados a cambios del eje de rotación del planeta y a su posición respecto del Sol. En la historia de la Tierra los gases de efecto invernadero y la temperatura global han cambiado muchas veces y en proporciones más extremas que las detectadas en los pocos cientos de años en que basan sus cálculos los climatólogos. Por supuesto todos esos cambios ocurrieron millones de años antes de que la humanidad existiera, por lo que no pudo haber influido.
Solo un debate científico sin condiciones ni manipulaciones políticas podrá ayudarnos a salvar el planeta. Los auténticos negacionistas son los que para defender sus intereses y posturas niegan que existan discrepancias científicas entorno al cambio climático. Fuerza y salud.