El FC Barcelona se desquitó con creces (4-0) de su eliminación copera y propinó una severa goleada al Sevilla, con quién disputó su tercer partido en apenas una semana y media, además de demostrar que su adiós en la competición del 'k.o' fue mera anécdota, en el día en que Lionel Messi se convirtió en goleador centenario con los culés.

El equipo de Pep Guardiola usó el mismo guión de esta última temporada, idéntico que al echó mano en el Pizjuán el pasado miércoles. Sin embargo, en esta ocasión ni Andrés Palop --que volvió a estar acertado-- ni los postes impidieron el triunfo culé, aderezado de un fútbol de salón al que ya tiene acostumbrado.

Era bastante lógico que los blaugrana tiraran de orgullo después de las críticas recibidas durante la última semana, en las que se ha cuestionado al equipo de las seis Copas, al único que ha sido capaz de lograr inmenso hito en la historia del fútbol. El Sevilla, que aguantó muy bien al comienzo, terminó deshaciéndose ante la evidencia.

El Barça inauguró la cuenta con un gol de Escudé en propia meta, a los cuatro minutos del descanso. Era el peor comienzo posible para los hispalenses, que se descolocaron con los cambios ofrecidos por Manolo Jiménez. Ahí metió el Barcelona la directa y provocó los 'olés' del Camp Nou, complaciente con los suyos.

Apareció también Pedrito, quién se resiste a pasar al anonimato --aunque sea participando desde el banquillo--. El canario elevó el esférico por encima de Palop tras un magistral pase de Xavi y puso el 2-0. Quedaban 20 minutos y tocó la hora del mejor jugador del mundo, el argentino Leo Messi.

Tenía pendiente lograr su gol número 100 con la elástica culé y después de dejar pasar la oportunidad del Pizjuán entregó a los suyos el tercero y el cuarto, ambos de bonita factura. Esta fue la guinda al envite, la confirmación al estilo barcelonista y la cima de la pobreza sevillista, que ya acumula cuatro derrotas consecutivas en Liga.

OSASUNA APROVECHA SU MINUTO DE ORO

Por su parte, Osasuna se llevó los tres puntos en su choque ante el Espanyol después de aprovechar un minuto de oro en la primera mitad, justo al comienzo del partido. Los 'rojillos' salieron en tromba y tumbaron al equipo perico, que no pudo reaccionar en la segunda parte, donde evidenció su falta de pegada.

Los navarros colocaron el 1-0 gracias a un remate de Juanfran a los siete minutos. Sólo uno después, el cuadro de José Antonio Camacho remató la faena con un certero cabezazo de Walter Pandiani, que estableció el definitivo 2-0. Ambos equipos acabaron con un jugador menos debido a las expulsiones de Rúper y Roncaglia.