El viraje electoral en Andalucía, confirmado esta semana por el CIS, tiene sus segundos titulares. Los votantes del PSOE aprueban la gestión del presidente de la Junta y candidato del PP, Juanma Moreno, y uno de cada diez confiesa que elegirá la papeleta del PP en las elecciones del próximo 19 de junio.
Son algunas de las claves del barómetro andaluz del Centro de Investigaciones Sociológicas hecho público esta semana que prevé una clara victoria del PP, que obtendría más escaños que la suma de toda la izquierda y se acercaría a la mayoría absoluta, fijada en los 55 diputados.
Un triunfo de Juanma Moreno anticipado por las encuestas que solo es posible por el cambio en la posición ideológica del votante andaluz, tradicional feudo del PSOE, que ha virado con decisión hacia opciones más conservadoras, no solo hacia el PP, sino también hacia Vox.
Analizando a fondo las "tripas" del CIS, la fuerte subida electoral del PP puede explicarse en tres movimientos. Por un lado, prácticamente la mitad de quienes votaron a Ciudadanos en los comicios de 2018, un 49,2 por ciento, admite que votará al PP y un 22,4 por ciento duda.
De hecho, Ciudadanos, socio de Moreno en el Gobierno andaluz, corre el peligro de desaparecer del mapa político de la comunidad, al pasar de 21 escaños a un máximo de 3 diputados, según la estimación del CIS.
El segundo elemento en el crecimiento de las expectativas electorales del PP es el decidido trasvase de votantes desde Vox. Uno de cada cuatro ciudadanos que votaron al partido de Santiago Abascal en 2018, dicen ahora que optarán por los "populares".
Una fuga que Vox compensa con la llegada a su vez de votantes del PP -uno de cada diez- y en menor medida de Cs.
No hay apenas trasvase a Vox desde el PSOE ni mucho menos desde formaciones más a la izquierda como Adelante Andalucía, al menos según los datos del CIS.
El tercer elemento en la subida del PP es la caída de la fidelidad de voto entre los votantes socialistas. Solo el 55,9 por ciento dice que repetirá papeleta, un 10,9 por ciento se pasará al PP y casi un 20 por ciento no lo sabe todavía.
A ellos se suma que los nuevos votantes, quienes han cumplido 18 años desde las últimas elecciones, se decantan abrumadoramente por el PP y por Vox.
El 31,8 por ciento de los votantes primerizos asegura ya que elegirá la candidatura que lidera Juanma Moreno y un 10,6 la encabezada por Macarena Olona.
Fenómeno que se confirma en la franja de edad de 18 a 24 años, con un 31,3 por ciento de voto directo para el PP frente a un exiguo 14,4 del PSOE.
Casi el 10 por ciento de los jóvenes opta por Vox, siendo uno de los grupos de edad donde el partido de Olona cuenta con más adeptos.
El PSOE no es el primer partido en ninguna franja, aunque como le ocurre al PP, tiene más votantes entre los andaluces de mayor edad, con un 22,5 por ciento de voto directo entre los mayores de 75 años frente al 10,6 que obtiene entre los andaluces de 35 a 44 años.
Cuando se pregunta a los encuestados que partido está "más cerca" de sus propias ideas, Vox vuelve a despuntar entre los jóvenes, mencionado por un 14 por ciento, frente al 10,7 por ciento en el conjunto de ciudadanos.
El PP gana tanto en municipios pequeños como en grandes ciudades, por encima del 30 por ciento en todas las localidades y coge el relevo del PSOE en las localidades de menos de 2.000 habitantes, con un 35,4 de voto decidido a favor de Moreno frente al 19,9 por ciento para Espadas.
Y es que los socialistas solo aglutinan el 13,2 por ciento en la ciudades de más de 400.000 habitantes, porcentaje que baja al 12,7 en los municipios entre 50.000 y 100.000 habitantes.
Más allá de la estimación de voto, el candidato del PP es el líder mejor valorado, con un 6,28 sobre diez, y alcanza el aprobado incluso entre los votantes del PSOE, con un 5,25.
Moreno saca un notable alto entre sus votantes -8,12- y llega al 7 entre los seguidores de Cs -7- y de Vox -7,15-.
Por contra, el candidato del PSOE, Juan Espadas, solo aprueba para los socialistas, con un 6,23 sobre diez, y además solo es conocido por un 67,5 por ciento de los votantes. Uno de cada cuatro simpatizantes del PSOE tampoco lo conoce.
Un hándicap para el candidato socialista que lucha por mantener al menos los resultados de 2018, evitar una mayoría holgada del PP y poder sumar con los partidos de la izquierda, aunque las encuestas coinciden en que el objetivo está lejos.