La Universidad de Jaén está realizando una importante tarea para multiplicar su prestigio y al mismo tiempo su utilidad.
El rector de la Universidad y su equipo están encaminando la gestión para proyectar una imagen que ya todo el mundo reconoce. Tanto el trabajo que se viene realizando desde dentro, para una mejor organización de la institución académica y para que sea más útil por su oferta de títulos, por la calidad exigida y por la adaptación al Espacio Europeo, que es en este momento una de las grandes prioridades porque se trata de coger el tren a tiempo; como la tarea que corresponde desarrollar hacia el exterior, se visualizan socialmente con meridiana claridad, y es justo decir que en poco tiempo la Universidad está abarcando un cúmulo de proyectos que van a servir para que cambie ella a mejor y para que a su mismo ritmo lo note la sociedad jienense que espera precisamente de tan importante empresa que lidere el cambio mental y material pendiente en nuestra tierra. Habrá tiempo para analizar otras claves de la buena salud que proyecta la Universidad y la impecable tarea de su rector, Manuel Parras, pero hoy nos detenemos en una muestra más de su deseo de imbricarse socialmente y de ser un referente de jaenerismo. Su iniciativa para la creación de las distinciones con el sello 'Natural de Jaén' para reconocer biografías de jienenses destacados y profetas en su tierra, como López Barneo, Juan Eslava o Carmen Linares, van por ese camino y merecen felicitación y apoyo.