Cepesca asegura que sería una "locura" prohibir la comercialización de atún rojo
Francia apuesta por la prohibición aunque mantiene al margen a la flota artesanal
La proximidad de la reunión que celebrarán entre el 13 y el 25 de marzo en Doha (Qatar) los miembros de la convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) provoca que se multipliquen los posicionamientos respecto a la aprobación de la comercialización del atún rojo para salvar la especie, propuesta que repercutiría en el futuro de las cuatro almadrabas de la provincia gaditana (Barbate, Conil, Tarifa y Zahara de los Atunes).
Todo parece indicar que este año, a pesar de los recortes en las cuotas de captura, las cuatro almadrabas se volverán a calar manteniendo también el empleo. Pero el futuro de este arte pesquero milenario sigue en la cuerda floja dada la situación extrema en la que se encuentra la supervivencia de esta especie, cuya sobreexplotación recae en las flotas industriales que han proliferado y modernizado sus técnicas de captura en las últimas décadas.
En este sentido, Francia se mostró ayer favorable a prohibir el comercio internacional de atún rojo aunque no su pesca, y propuso una moratoria de 18 meses para la entrada en vigor de esta medida, informaron los ministros de Agricultura y Ecología.
Ese plazo servirá para efectuar nuevos estudios científicos sobre la especie y para poner en marcha un plan de adaptación de la flota pesquera dedicada a la captura de este pescado, indicaron fuentes gubernamentales galas.
Con esta decisión, Francia apuesta por que la Unión Europea (UE) proponga que el atún rojo sea incluido en el anexo 1 de la Convención de la ONU sobre el tráfico de especies en peligro, lo que significa la prohibición de su comercialización.
A votación el 25 de marzo
Esta propuesta se someterá a votación el próximo 25 de marzo en la reunión de la citada Convención en Doha, donde precisa de dos tercios de los votos para ser aprobada.
Borloo destacó la importancia de que, en el ámbito de las negociaciones internacionales, la Unión Europea se considere un solo mercado, lo que permitiría continuar con el comercio intracomunitario del atún rojo.
Cepesca dice ‘no’
La Confederación Española de Pesca (Cepesca) aseguró ayer que sería una “locura” prohibir la comercialización de atún rojo, ya que, “además de no contar con una base científica, tendría un nefasto e irreversible impacto socioeconómico”, que implicaría la pérdida de más de 2.300 empleos directos que actualmente trabajan en las cuatro almadrabas operativas y en los 151 barcos implicados en la captura del atún rojo.
El secretario general de Cepesca, Javier Garat, señaló que la inclusión del atún rojo en el Apéndice I de Cites es una medida “drástica, desproporcionada e injustificada”, teniendo en cuenta que existen varios informes científicos que no avalan dicha petición.
Según el secretario general de la Confederación, esta iniciativa obedece a las campañas mediáticas de algunos grupos conservacionistas que se basan en una información “sesgada y parcial”.
Entre las campañas a la que se refiere Cepesca está la iniciada por más de una veintena de representantes del mundo de la ciencia, la política, el cine, la música, entre otros sectores, como el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, el ex Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, el cantante Miguel Bosé, el actor Michael Douglas o la modelo Elle MacPherson han firmado una declaración junto a ONG ecologistas en la que exigen la prohibición del comercio internacional del atún rojo y la inclusión de este pez la lista de especies amenazadas.
En espera de la CE
Por su parte, la Comisión Europea (CE) esperará hasta que tome posesión su nuevo equipo de comisarios para decidir si veta el comercio internacional de atún rojo, según declaró ayer la portavoz comunitaria de Medioambiente, Bárbara Helfferich.
La portavoz insistió en que el Ejecutivo comunitario “todavía no ha tomado una decisión” y no ha querido comentar los cambios de postura de países, como Francia, que según algunos medios, antes estaba en contra de esa prohibición y ahora la respalda.
La CE debe pronunciarse sobre la inclusión del atún rojo en el llamado ‘Anexo I’ y si sale adelante esta propuesta, en la práctica vetará la comercialización internacional de ese pez, lo que afectará a las almadrabas ya que un porcentaje de sus capturas van a parar a Japón. (un 85%de los atunes que se pescan en todo el mundo se envían directamente al mercado japonés). La cita en Doha es por lo tanto, vital para el futuro de las cuatro almadrabas.
Un documental para prohibir su comercialización
“Décadas de sobreexplotación y pesca ilegal unida a la pasividad de los gobernantes que sólo protegen los intereses particulares y a corto plazo de la industria pesquera han hecho que el atún rojo esté tan amenazado como los orangutanes o los gorilas pero si en un restaurante no pedimos filete de orangután ¿por qué pedimos sushi?” Esta es la principal denuncia del documental ‘The end of the line’, realizado por Greenpeace, Mar Viva, Oceana, WWF y Ecologistas en Acción, narrado en español por Miguel Bosé y en inglés por Ted Danson, y que fue presentado ayer en una rueda de prensa.
El trabajo muestra el impacto que la desaparición de esta especie tendrá sobre los océanos y qué se puede hacer para evitarlo, no sólo desde los gobiernos sino también por parte de los consumidores.
Actualmente sólo quedan en los océanos menos de un 15 por ciento del volumen total de esta especie.
El documental apuesta por la prohibición de su comercialización internacional y por crear santuarios naturales para su reproducción.
Pero los consumidores también “podemos hacer mucho”, sostiene Miguel Bosé para quien “siempre hay alternativas al sushi o los platos elaborados con atún rojo porque todos somos responsables de lo que pasa en el mar y cuidarlo es cuidar de nosotros mismos y de nuestro futuro”.
Todo parece indicar que este año, a pesar de los recortes en las cuotas de captura, las cuatro almadrabas se volverán a calar manteniendo también el empleo. Pero el futuro de este arte pesquero milenario sigue en la cuerda floja dada la situación extrema en la que se encuentra la supervivencia de esta especie, cuya sobreexplotación recae en las flotas industriales que han proliferado y modernizado sus técnicas de captura en las últimas décadas.
En este sentido, Francia se mostró ayer favorable a prohibir el comercio internacional de atún rojo aunque no su pesca, y propuso una moratoria de 18 meses para la entrada en vigor de esta medida, informaron los ministros de Agricultura y Ecología.
Ese plazo servirá para efectuar nuevos estudios científicos sobre la especie y para poner en marcha un plan de adaptación de la flota pesquera dedicada a la captura de este pescado, indicaron fuentes gubernamentales galas.
Con esta decisión, Francia apuesta por que la Unión Europea (UE) proponga que el atún rojo sea incluido en el anexo 1 de la Convención de la ONU sobre el tráfico de especies en peligro, lo que significa la prohibición de su comercialización.
A votación el 25 de marzo
Esta propuesta se someterá a votación el próximo 25 de marzo en la reunión de la citada Convención en Doha, donde precisa de dos tercios de los votos para ser aprobada.
Borloo destacó la importancia de que, en el ámbito de las negociaciones internacionales, la Unión Europea se considere un solo mercado, lo que permitiría continuar con el comercio intracomunitario del atún rojo.
Cepesca dice ‘no’
La Confederación Española de Pesca (Cepesca) aseguró ayer que sería una “locura” prohibir la comercialización de atún rojo, ya que, “además de no contar con una base científica, tendría un nefasto e irreversible impacto socioeconómico”, que implicaría la pérdida de más de 2.300 empleos directos que actualmente trabajan en las cuatro almadrabas operativas y en los 151 barcos implicados en la captura del atún rojo.
El secretario general de Cepesca, Javier Garat, señaló que la inclusión del atún rojo en el Apéndice I de Cites es una medida “drástica, desproporcionada e injustificada”, teniendo en cuenta que existen varios informes científicos que no avalan dicha petición.
Según el secretario general de la Confederación, esta iniciativa obedece a las campañas mediáticas de algunos grupos conservacionistas que se basan en una información “sesgada y parcial”.
Entre las campañas a la que se refiere Cepesca está la iniciada por más de una veintena de representantes del mundo de la ciencia, la política, el cine, la música, entre otros sectores, como el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, el ex Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, el cantante Miguel Bosé, el actor Michael Douglas o la modelo Elle MacPherson han firmado una declaración junto a ONG ecologistas en la que exigen la prohibición del comercio internacional del atún rojo y la inclusión de este pez la lista de especies amenazadas.
En espera de la CE
Por su parte, la Comisión Europea (CE) esperará hasta que tome posesión su nuevo equipo de comisarios para decidir si veta el comercio internacional de atún rojo, según declaró ayer la portavoz comunitaria de Medioambiente, Bárbara Helfferich.
La portavoz insistió en que el Ejecutivo comunitario “todavía no ha tomado una decisión” y no ha querido comentar los cambios de postura de países, como Francia, que según algunos medios, antes estaba en contra de esa prohibición y ahora la respalda.
La CE debe pronunciarse sobre la inclusión del atún rojo en el llamado ‘Anexo I’ y si sale adelante esta propuesta, en la práctica vetará la comercialización internacional de ese pez, lo que afectará a las almadrabas ya que un porcentaje de sus capturas van a parar a Japón. (un 85%de los atunes que se pescan en todo el mundo se envían directamente al mercado japonés). La cita en Doha es por lo tanto, vital para el futuro de las cuatro almadrabas.
Un documental para prohibir su comercialización
“Décadas de sobreexplotación y pesca ilegal unida a la pasividad de los gobernantes que sólo protegen los intereses particulares y a corto plazo de la industria pesquera han hecho que el atún rojo esté tan amenazado como los orangutanes o los gorilas pero si en un restaurante no pedimos filete de orangután ¿por qué pedimos sushi?” Esta es la principal denuncia del documental ‘The end of the line’, realizado por Greenpeace, Mar Viva, Oceana, WWF y Ecologistas en Acción, narrado en español por Miguel Bosé y en inglés por Ted Danson, y que fue presentado ayer en una rueda de prensa.
El trabajo muestra el impacto que la desaparición de esta especie tendrá sobre los océanos y qué se puede hacer para evitarlo, no sólo desde los gobiernos sino también por parte de los consumidores.
Actualmente sólo quedan en los océanos menos de un 15 por ciento del volumen total de esta especie.
El documental apuesta por la prohibición de su comercialización internacional y por crear santuarios naturales para su reproducción.
Pero los consumidores también “podemos hacer mucho”, sostiene Miguel Bosé para quien “siempre hay alternativas al sushi o los platos elaborados con atún rojo porque todos somos responsables de lo que pasa en el mar y cuidarlo es cuidar de nosotros mismos y de nuestro futuro”.
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