Los cargadores que han usado este tipo de vendaje han notado su efectividad.
Por cuarto año consecutivo, el Centro de Atención al Cargador (CAC) ha resultado fundamental para aliviar las dolencias de los cargadores tras una larga noche bajo los palos de los pasos. Son muchos los tipos de lesiones que pueden producirse como consecuencia del enorme esfuerzo. La acción de los fisioterapeutas ha conseguido rehabilitar cargadores que de otra forma no hubieran podido cargar en días determinados, por lo que su trabajo ha sido fundamental para recuperar a todos los cargadores posibles para la procesión Magna. A algunos incluso se les diagnóstico lesiones serias y fueron remitidos a su médico, per la gran novedad de este año, y cuyos resultados han sido satisfactorios, ha sido el vendaje neuromuscular.
La idea que hay detrás de este método es que la constante función de la musculatura no solo es necesaria para mantener los rangos de movimiento en las estructuras, sino también para mantener la adecuada circulación sanguínea, drenaje linfático y la homeostasis en la temperatura corporal.
El vendaje tiene efectos circulatorio, analgésico y neuromecánico. Han sido muchos los cargadores que han recibido este tipo de vendaje en los riñones o incluso en el cuello. A falta de una valoración final y un informe que concrete el número total de asistencias, un hecho destacable este año ha sido la utilización de los servicios del CAC por parte de mujeres, y es que este año ha aumentado de forma considerable el número de féminas bajo los pasos. Si hace un par de años eran apenas dos mujeres, el número va aumentando paulatinamente, hasta el punto de que ya hay cuadrillas mixtas, aunque con mayoría de hombres para los palos. La JCC, impulsora de este Centro de Atención al Cargador, es consciente de la necesidad y de los beneficios que reporta este centro, coordinado por Miguel Ángel Pecci, del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía. El CAC, ubicado en el antiguo colegio Manuel Roldán, ha abierto desde el Lunes Santo hasta el Domingo de Resurrección, con objeto de tratar a los lesionados durante la procesión Magna.