Rosario Álvarez y la mujer del César

Decir sin encomendarse a nadie que la empresa Urbaser va a gastar 300.000 euros que debería haber gastado en la construcción de un Punto Limpio en la zona de Retamarilllo, en el sector III de Camposoto, en algo que decida el Ayuntamiento, por supuesto distinto a ese proyecto finalista que era la mejora de la mercantil para ganar el concurso de la concesión de la limpieza de La Isla, puede entrar dentro de la normalidad si se tratara de un trato entre amigos, pero no entre una concesionaria y un Ayuntamiento.

Simplemente porque la gestión pública tiene unos procedimientos que al parecer no se han seguido, de ahí que nadie supiera de ese trueque entre ambos; y sobre todo, porque llueve sobre mojado en un gobierno municipal sobre el que pesan demasiadas dudas razonables por cuanto lo mismo pierde partes de trabajo de un año que ocho millones de euros. De la mujer del César ya se sabe lo que se dice. Salvo que el César la haya dado ya por perdida.