Segunda mano para hacer frente al fin del cheque-bebé

Incongruencias de la vida, fue precisamente el paro el que incentivó la apertura de su propio negocio, avalado por la experiencia de ser madre de tres hijos. Y es que Emma Ruiz Gutiérrez y su familia tuvo que trasladarse de Málaga a Jerez después de que “mi marido se quedara en paro”, tomando ahora las riendas de su propio comercio (Ecomundo Bebé) situado en la calle Porvenir 11 y que trae a la ciudad un concepto nada explotado hasta el momento y muy de moda en el norte europeo como es la venta de ropa y artículos de segunda mano, en este caso, relacionados con el mundo del bebé y del niño/a.

La propia Emma explica que “acabo de iniciar una nueva etapa en mi vida como emprendedora. En estos momentos, en los que la crisis no favorece en nada, me atrevo como mujer inquieta y madre de tres hijos, a desafiar esta etapa. La razón que me ha llevado a montar este tipo de negocio es, precisamente, mi experiencia como madre y el valor que le he dado a la vida”.

Pero, realmente, ¿qué vende? “Se trata de una empresa innovadora, relacionada con el mundo del bebé. Me dedico a captar artículos seminuevos o en perfecto estado relacionados con los bebés, desde cochecitos, minicunas hasta trajecitos de fiesta para venderlos en la tienda. Es una exposición muy llamativa porque estos artículos no tienen ninguna apariencia de haber sido usados y su coste es mucho menor que el de uno nuevo”, lo que seguro que también vendrá muy bien a muchas familias después de que el Gobierno haya anunciado la retirada del cheque-bebé desde el próximo mes de enero. Eso sí, cuando Emma ideó su negocio “ni me imaginaba que Zapatero fuera hacer esos recortes”. Esta emprendedora combina los artículos de segunda mano con otros nuevos pero “muy económicos” y que pueden convertirse en “el regalo perfecto”, ya que algunos incluso están relacionados con la artesanía o vienen de “tiendas en liquidación a las que yo les compro un lote concreto” tras el cese de su actividad.

Aún así, Emma confiesa que “sé que no es un negocio normal”, ya que recuerda que “está totalmente adaptado a la crisis en cuanto a precios que no en apariencia, puesto que nadie que entra en la tienda se imagina que lo que ve son prendas o artículos reciclados”, puesto que recalca que todos están en “muy buen estado”.

Y es que quiere que “los jerezanos se quiten de la cabeza esa imagen de segunda mano que echa tanto para atrás” y que se suele relacionar con artículos sucios, rotos o en mal estado, algo que -a la vista está- ya ha cambiado.