El Hospitalito acoge conciertos, visitas y presentación de libros

La recuperación de parte del edificio del Hospitalito como auditorio de verano, supondrá la utilización de este edificio para la realización de distintas actividades culturales, como asegura el edil de Cultura, Millán Alegre. El primer acto, el recital de piano de José Luis Aldea, mañana jueves, servirá de inauguración del mismo.

El ciclo que presentó ayer el edil popular “será fundamentalmente de música clásica”, informa. El segundo de los encuentros será el de la Camareta Plectrum Gaditanum, bajo la dirección musical y artística de Fernando Molina y Carlos Coronado, “orquesta que ya ha actuado en otras ocasiones en la ciudad, como en el teatro municipal Pedro Muñoz Seca”. El 5 de agosto sesrá el turno del “Orfeón Portuense, coral de la ciudad que cuenta con gran trayectoria musical y que ha visitado distintos países y parte de la geografía española” y que vuelve a la ciudad para ofrecer un concierto bajo la batuta de su director, Severiano Alonso, ante los portuenses. La última cita musical será con otro grupo portuense, El Jardín de Schonberg, el día 26 de agosto, un grupo “de diez integrantes con estilo personal que nos harán disfrutar de la música como pocos lo hacen”. Los conciertos darán comienzo a las 22.00 horas, y las entradas serán gratuitas, pero las invitaciones tendrán que ser recogidas en el teatro municipal, ya que el aforo es limitado para 250 personas.

Además, se contempla en el mismo marco la presentación de dos libros. Por un lado, Yo, Juan, el discípulo amado, del portuense Rafael Esteban Poullet. En este evento los asistentes tendrán la ocasión de poder ver imágenes que se proyectarán de la película El Discípulo, relacionada con este libro. Y por otro lado, el 12 de agosto, Otra distinta sed, de Alejando Pacheco. En este caso, estas actuaciones comenzarn a las 21.30 horas.
El Hospitalito además será escenario de las visitas guiadas que se han organizado por parte del área de Patrimonio Histórico, también dependiente de Cultura.

Cultura también quiso dar a conocer ayer la programación de títeres y cine de verano.

Los títeres, como informa el técnico Jesús Lobillo, “se emplazan en un nuevo espacio, la avenida de la Bajamar”, por lo que la muestra Los Cristobitas se traslada desde la plaza del Castillo, siendo un espacio que también acogerá los conciertos de la banda Maestro Dueñas o la obra callejera del Festival de Teatro de Comedias. Son cinco obras las que presenta, “y que se realizarán los domingos a partir de las 22.00 horas, para un público infantil y familiar. Estamos satisfechos de la respuesta que ha dado la gente y lo importante es que hemos creado cantera de futuros espectadores de las artes plásticas”, haciendo un simil con el fútbol, tan de moda estos días.

Las obras que pasarán por la Bajamar serán La mata de albahaca, de la compañía La gotera de lazotea, el día 25 de julio; El cuento de Murrún y los gatos de las cuatro esquinas, de Artefusión, el 1 de agosto; El gato con botas, de Kalina teatro; el 9 de agosto; Turmalina, de Albero, el 15 de agosto, y por último, Ratón de biblioteca, de La mar de marionetas.

Por último, otro técnico, Antonio Ahucha, presenta el cine de verano, al que se ha pretendido dar un giro, con el consiguiente peligro que supone, “y reduciendo un día debido a la crisis, pero los cambios” confían en que gusten a los aficionados a este tipo de actos culturales. Así, “vamos a presentar clásicos, que son los más abandonados”. Las citas con el séptimo arte se reparten entre julio y agosto. Este mes habrá ocasión de disfrutar de Blow up, de Michelangelo Antonioni, el martes 20, y La ventana indiscreta, de Alfred Hitchcock. Y en agosto, el martes 3 se proyectará Sonrisas de una noche de verano; el 10, La coleccionista; el 17, Dos en la carretera, y por último el 24, El guateque. Los precios serán los de siempre, 3.50 euros en su tarifa normal y 3.00 en la reducida, para jóvenes y pensionistas. Ahucha también confirma que “hemos diseñado los pagos para que no haya problemas como este invierno”, aunque asegura que “pueden surgir otros técnicos, porque trabajamos con material en 35 milímetros, por lo que es cine clásico en soporte clásico”, solicitando, entre risas, un nuevo proyector al edil popular.