La pregunta de si la población andaluza desciende en su mayoría de los árabes es una de las más recurrentes en la historia de Andalucía. sobre todo teniendo en cuenta la larga presencia musulmana en la península ibérica, que duró casi ocho siglos, desde el año 711 hasta 1492. Durante ese tiempo, se produjeron numerosos contactos e intercambios entre las poblaciones cristianas y musulmanas, tanto pacíficos como violentos, que podrían haber dejado una huella genética en los descendientes actuales. Sin embargo, los estudios científicos realizados hasta la fecha no apoyan la idea de que los andaluces tengan una ascendencia árabe significativa, sino que muestran que su genética es similar a la del resto de España y de Europa meridional.
Uno de los estudios más recientes y exhaustivos sobre el tema es el realizado por el Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, dirigido por el profesor José Antonio Lorente, y publicado en la revista Scientific Reports en 2019. Este estudio analizó el ADN de más de 1400 individuos de diferentes regiones de España, incluyendo Andalucía, y lo comparó con el de otras poblaciones europeas, africanas y asiáticas. Los resultados mostraron que los andaluces tienen un promedio del 4,4% de ascendencia norteafricana y del 0,1% de ascendencia subsahariana, mientras que el resto de españoles tiene un promedio del 3,7% y del 0,2%, respectivamente. Estas diferencias son muy pequeñas y no indican una influencia árabe relevante en la población andaluza.
El estudio también reveló que los andaluces tienen un promedio del 62,5% de ascendencia europea occidental y del 32,8% de ascendencia mediterránea oriental. Estas proporciones son similares a las del resto de españoles y a las de otros países como Italia, Francia o Portugal. Esto indica que los andaluces comparten una historia genética común con el resto de Europa meridional, que se remonta a miles de años atrás, antes de la llegada de los musulmanes a la península ibérica.
Otro estudio anterior, realizado por el Instituto Wellcome Trust Sanger y publicado en la revista Nature en 2008 ofrece a conclusiones similares. Este estudio analizó el cromosoma Y de más de 1.000 hombres de diferentes regiones de España y lo comparó con el de otros grupos étnicos. El cromosoma Y se transmite solo por línea paterna y permite rastrear el origen geográfico y cultural de los antepasados masculinos. Los resultados mostraron que los andaluces tienen un promedio del 10,6% de haplogrupos (grupos genéticos) originarios del norte de África y del 1,4% originarios del África subsahariana. Estas proporciones son ligeramente superiores a las del resto de españoles, que tienen un promedio del 7,1% y del 0,7%, respectivamente. Sin embargo, estas diferencias no son estadísticamente significativas y no reflejan una influencia árabe importante en la población andaluza.
El estudio también mostró que los andaluces tienen un promedio del 78% de haplogrupos originarios de Europa occidental y del 10% originarios del Mediterráneo oriental. Estas proporciones son similares a las del resto de españoles y a las de otros países como Italia o Francia. Esto indica que los andaluces comparten una historia genética común con el resto de Europa occidental, que se remonta a miles de años atrás, antes de la llegada de los musulmanes a la península ibérica.Estos estudios demuestran que los andaluces no tenemos ua descendencia directa de los árabes, sino que somos europeos meridionales con una pequeña contribución africana. Esta contribución africana podría deberse a varios factores históricos, como las migraciones prehistóricas entre ambos continentes, el comercio fenicio o romano, la esclavitud o las invasiones bárbaras o vikingas. La presencia musulmana en la península ibérica también pudo haber dejado una huella genética en algunos individuos o familias, pero no en el conjunto de la población andaluza.