2002: don Juan Carlos, Premio Las Cortes

LIsla de San Fernando apenas tiene suelo. No puede expandirse. Como isla que es, está muy limitada. Ése, probablemente, sea su gran problema como ciudad.

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Sin embargo, qué dimensiones adquiere La Isla de León cada vez que don Juan Carlos I pisa suelo isleño. Cómo resuena el nombre de esta ciudad cada vez que la visita el Rey de España.

En esta ocasión, el Rey llegaba hasta la ciudad, acompañado de la Reina, doña Sofía, para recibir el Premio de la Real Isla de León, 1810, que se otorga a los Valores Constitucionales y Defensa de las Libertades Democráticas.

Este premio fue convocado el pasado año y el hecho de que en su primera edición haya sido concedido a la figura de su majestad aporta una clara idea de la envergadura que la celebración del aniversario de Las Cortes de 1810 ha adquirido en tan sólo dos años y de la importancia que el bicentenario, en el 2010, tiene para el devenir de la ciudad.

Sus majestades los Reyes llegaron al Real Teatro de Las Cortes en medio de aclamaciones. Dos Juan Carlos y doña Sofía no evitaron la salutación efusiva al cantaor José Llerena, Chato de La Isla, entre el público.

Amplia representación
Presidiendo el acto, los Reyes; y en la mesa, también, la presidenta del Congreso de los Diputados, Luisa Fernanda Rudi, y el presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, amén de otros destacados representantes de las administraciones públicas tanto estatales como autonómicas, y del entonces alcalde de la ciudad, Antonio Moreno.

Entre el público, de otra parte, destacaba la presencia de autoridades civiles y militares de toda la provincia y representantes de toda la sociedad isleña y gaditana.

El entonces alcalde, Antonio Moreno, fue el primero en tomar la palabra y en su discurso defendió que ninguna otra ciudad “puede enorgullecerse de poseer y legar un patrimonio histórico vinculado a la historia constitucional de España como el de La Isla de León”.

Antonio Moreno hizo relación al premio y al acuerdo unánime de concederlo “a su majestad como primer defensor de nuestras libertades” amparadas en la Constitución.

Pasado presente y futuro
“Esta Muy Leal y Constitucional Ciudad de San Fernando quiere entregar hoy a su majestad la mejor página de nuestra historia, fundiendo en él pasado, presente y futuro. Un presente y un futuro que están ya plenamente avalados y consolidados gracias al esfuerzo, al trabajo y a la firme convicción de nuestros Reyes en favor del sistema constitucional y democrático; un presente y un futuro ganados a pulso por un país que confía en su máxima representación institucional y que también, no menos importante, quiere a las personas que la ejercen, al hombre y a la mujer que han sabido ganarse el cariño, el respeto y la admiración de todos nosotros”, señaló Antonio Moreno en su discurso.

Acto seguido, tomó la palabra el presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, quien ofreció la conferencia titulada La idea de España en la Constitución de 1812, y luego, el delegado municipal de Cultura, Francisco Romero, ofreció un reseña sobre el premio así como del símbolo que lo representa, una escultura de Miguel Ortiz Berrocal en la que se combinan armoniosamente el Puente Zuazo, unas olas y el símbolo femenino.
Fue el propio alcalde de la ciudad el encargado de hacer entrega a don Juan Carlos I de la estatuilla. El Rey recibió el símbolo del premio en tanto que todos los asistentes que llenaban por completo el aforo del Real Teatro de Las Cortes aclamaron de pie el gesto del Ayuntamiento y la cortesía de su majestad de llegar hasta San Fernando para recibirlo, corroborando de esta forma la unanimidad en la concesión.

El acto tuvo continuidad con el discurso del Rey quien consideró el premio como “una distinción personal que, por su significado, tanto me honra”. Más adelante, su majestad señaló que interpretaba el premio “como un reconocimiento a todos los españoles por el valor y generosidad con los que afrontaron y consiguieron la recuperación de su protagonismo histórico, que culminó en la Constitución de 1978”.

Tras el discurso, el Rey recibió los aplausos de todos los asistentes al acto, momento que aprovechó para observar con mayor detenimiento la escultura de Berrocal entregada minutos antes por el alcalde isleño.
Dado por terminado el acto, los monarcas hicieron el recorrido a pie desde el Real Teatro de Las Cortes hasta la misma calle Real.