Según la Ley de Seguridad Vial, las multas de tráfico pueden ser de tres tipos:
leves, graves y muy graves. Las multas leves son de hasta 100 euros, las graves son de 200 euros y las muy graves son de 500. Sin embargo, hay algunas infracciones que pueden suponer multas más elevadas, dependiendo de la gravedad y las circunstancias del caso.
Por ejemplo, conducir bajo los efectos del
alcohol o las
drogas puede acarrear multas de entre 500 y 1.000 euros, además de la retirada de puntos del carné y la posible inmovilización del vehículo. También,
conducir de forma temeraria, en sentido contrario o participar en
carreras ilegales puede suponer multas de entre 500 y 30.000 euros, además de la pérdida del permiso de conducir y la posible pena de prisión.
En definitiva,
la multa más cara que te pueden poner la DGT en España al conducir es la de la conducción temeraria, la cual puede suponer una sanción económica de entre 6.000 y 30.000 euros, una pena de prisión de hasta dos años y la retirada del carné de conducir de hasta un año.