Dos meses y la fase más compleja de las obras. Es lo que resta de las obras de remodelación de la calle Almendros Aguilar, en la que el Ayuntamiento está invirtiendo cerca de un millón de euros del segundo Plan E. Dos de los cuatro tramos en los que se ha dividido serán abiertos al tráfico de residentes en estos primeros días del mes de diciembre.

La alcaldesa, Carmen Peñalver, pudo comprobar ayer sobre el terreno el avance de las obras, que han dado trabajo a 17 personas de las que diez eran desempleados, en una visita que realizó con el concejal de Urbanismo, Manuel López a los tramos concluidos en el entorno del arco de San Lorenzo. El edil destacó que aún quedan los trabajos en la zona más compleja (las inmediaciones de la Plaza de San Juan) tanto por la estrechez de la calle como por el tráfico. A pesar de ello, se comprometió a que en dos meses estarán concluidas las obras de uno de los ejes fundamentales de unión entre el centro y todos los barrios del casco antiguo.

Los vecinos no las tenían todas consigo con la colocación del adoquín en la calle, después de que en Santo Domingo se decantaran por el asfalto impreso y de la experiencia vivida en la paralela Martínez Molina. No obstante, el edil quiso tranquilizar a los representantes vecinales: “No será otra Martínez Molina, se han colocado correctamente”. Se hizo tras las pruebas de los técnicos, que descartaron la otra opción por dos razones: tiende más a deteriorarse y además desentonaba con el entorno. Esta última intención hizo que se eligiera además el granito para las aceras, es decir, “materiales nobles” para que el casco antiguo “gane en calidad”, según destacó López.

Para evitar más molestias a los vecinos, el Consistorio abrirá parcialmente la calle en los próximos días. Así, desde ayer el tramo comprendido entre el arco San Lorenzo y la plaza de La Merced ya está abierto para los residentes, algo que se hará con el que va desde el arco hasta la calle Los Ángeles en la primera semana de diciembre.

El agua
Junto al tráfico, que ha tenido que ser cortado durante la ejecución de las obras, la clave era el saneamiento y abastecimiento de agua. Esta calle llevaba más de medio siglo sin ser intervenida por lo que era fundamental el cambio de las tuberías. Más si cabe teniendo en cuenta que la tubería que recorre toda la calle abastece a más de 30.000 vecinos de la zona oeste de la ciudad (Fuentezuelas, Urbanización Azahar, Carretera de Córdoba…).

La ejecución de la nueva tubería hubo que compaginarla con el abastecimiento a todos estos vecinos, el Ayuntamiento puso en marcha una conducción alternativa que está siendo retirada progresivamente para volver a la normalidad en las próximas semanas.