La onda epidémica de gripe sigue aminorando y deja una radiografía que muestra su fuerte impacto en esta temporada, con un indicador de hospitalizaciones que se cuadriplicó durante el pico de contagios en comparación con el año anterior y con una tasa de letalidad en los ingresados que ha alcanzado el 6,6 %, principalmente población vulnerable.
Los informes que ha ido divulgando semanalmente el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA), con estadísticas del Instituto de Salud Carlos III, han ido poniendo de manifiesto cada semana que la gripe, en convivencia con la covid-19 y la bronquiolitis, estaba azotando algo más en esta temporada respecto a los últimos años de la pandemia.
Pero no por cuestiones epidemiológicas, sino por la pérdida de inmunidad de la población, una menor tasa de vacunación y "posiblemente" un mayor escape de las vacunas a las cepas del virus, sostienen, preliminarmente, los expertos consultados por EFE.
También aclaran que la temporada de las infecciones respiratorias no ha acabado para tener un balance final y recuerdan que el escenario epidemiológico ha cambiado en los últimos años desde la irrupción de la pandemia de SARS-CoV-2.
Son varios los factores que han entrado en juego a la hora de interpretar los datos sobre el impacto de la gripe, que algunos expertos y epidemiólogos ven dentro de lo esperado y reafirman que hay que seguir apostando por las enseñanzas de la pandemia, principalmente en lo referente a vacunación, mascarillas y medidas que permitan acolchonar el impacto de los virus cada año.
Aumenta la letalidad respecto a la temporada pasada
La letalidad de la gripe, que se calcula con la proporción de hospitalizados que fallecen en un período de tiempo determinado, ha sido hasta tres veces más alta (6,6 %) ya que, según estimaciones de sociedades médicas como la Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), suele oscilar en un rango del 2 o 3 %.
Pero el panorama actual es favorable ya que los ingresos han caído desde los 16 casos por cada 100.000 habitantes durante el pico a principios de enero, hasta los 0,8 actuales, un baremo ya normalizado, mientras que los contagios siguen en descenso.
Entre otras cifras preliminares que apuntan al fuerte impacto de la gripe figuran los registros de mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, que señalan una estimación de "un exceso de 5.672 defunciones por todas las causas" en coincidencia con el pico de la onda endémica.
Son datos que tendrán que analizarse y desglosarse por las autoridades sanitarias para el balance de la temporada de las infecciones respiratorias y que servirá al Ministerio de Sanidad, como anunció la ministra Mónica García, para preparar desde ya con las comunidades autónomas los planes de contingencia para el próximo invierno, ya que cada año los virus respiratorios atenazan al conjunto del sistema sanitario.
La 'tripledemia' en España y Europa
Pero el azote de la gripe, en convivencia con la covid-19 y la bronquiolitis y que algunos expertos bautizaron como 'tripledemia', no ha sido un asunto propiamente de España, sino del resto del continente europeo, como alertó hace semanas la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la sobrecarga del sistema asistencial de los países y el impacto de estos virus sobre la población.
Según estimaciones de la OMS que esbozan un cálculo del impacto de la gripe, tras las dos primeras semanas de enero las hospitalizaciones en la región europea (que comprende a 53 países e incluye a Rusia y varias repúblicas exsoviéticas) llegaron a aumentar un 58 % y los ingresos en cuidados intensivos un 21 %.
Pero no solo preocupa la gripe a la OMS, avisa de que hay menos información sobre la incidencia real de la covid-19 porque muchos países han integrado su programa contra la enfermedad en las estrategias contra los virus gripales y, si bien es un síntoma positivo de normalización, resta visibilidad a la enfermedad.
La OMS ha constatado a través de informes de aguas residuales que el impacto de la covid-19 podría ser en algunos casos hasta casi 20 veces mayor a lo que arrojan las cifras oficiales de algunos países europeos.
Las cifras oficiales de covid-19 en España arrojan que la incidencia que detecta la Atención Primaria sigue disminuyendo y está por debajo de los 100 casos por cada cien mil habitantes y que, en términos generales, los registros hospitalarios están en 0,9 casos por la citada proporción, aunque son hasta 5 veces más altos en ciudadanos de más de 65 años.
"En términos de gravedad, desde el inicio de temporada, los casos hospitalizados por covid-19 presentan un 32,2% de neumonía, un 3,5% de admisión en UCI y un 8,3% de letalidad, en un rango similar al de temporadas previas", sostiene el informe del Instituto de Salud Carlos III.