Ya conocemos de manera pormenorizada las virtudes y problemas que vaticinan los expertos en relación con la Inteligencia Artificial. Es cierto que los continuos avances que se producen en este campo casi no dejan reflexionar sobre la trascendencia de estas innovaciones y sus posteriores consecuencias en una sociedad ya con tintes globales.
Con todo, la IA también trae nuevos conceptos que pueden ser considerados como positivos y negativos, según se mire. Con estos antecedentes en liza, ha nacido una innovadora corriente que está marcando la pauta en el ámbito digital: los Ghostbots.
¿Pero qué son y de qué manera están revolucionando nuestra interacción con el mundo online?
Los Ghostbots son entidades automatizadas creadas para emular la conducta humana dentro de las plataformas sociales. Estos sistemas informáticos están configurados para ejecutar tareas como otorgar “likes”, publicar comentarios y seguir a otros perfiles de forma autónoma. Un ente ‘autónomo’ dentro de otro ente digital. Pueden parecer cuentas reales y resulta realmente complicado en ocasiones establecer la veracidad o no de los usuarios, con lo que ha propiciado una notable expansión.
El beneficio principal de los Ghostbots se encuentra en su habilidad para potenciar la visibilidad y el alcance en las redes sociales de forma ágil y efectiva. Marcas, personalidades influyentes y productores de contenido los emplean para incrementar su base de seguidores, fortalecer su imagen en la red y fomentar la interacción con sus publicaciones.
Con todo ello, no es oro todo lo que reluce y los Ghostbots no están libre de polémicas y peligros. Una preocupación significativa es la posible carencia de autenticidad y claridad que pueden introducir, alterando por completo una experiencia que vive de conectar a las personas, con sus defectos y virtudes. Amén que se puede producir una transformación en la misma comunicación de los usuarios dentro de las redes sociales.
Y es que las interacciones artificiales podrían perjudicar la reputación de una entidad o individuo, erosionando la confianza de sus seguidores. Asimismo, diversas redes sociales están redoblando esfuerzos para identificar y suprimir perfiles ficticios, lo que podría acarrear penalizaciones para quienes hagan uso indiscriminado de los Ghostbots.
De hecho, estos ‘usuarios digitales’ autónomos en las redes sociales están siendo utilizados en su esencia para la creación de avatares de familiares o amigos que ya no están entre nosotros, volviendo a ponerse de manifiesto el debate si este uso de una personalidad digital ayuda o puede ser más un problema para aquellas personas que no terminan de aceptar la partida de sus seres más queridos.