La actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dado el pistoletazo de salida a su campaña a las elecciones europeas con un mitin en Grecia y el nombramiento de su equipo electoral, un arranque ensombrecido por las críticas de supuesto favoritismo al elegir a un nuevo cargo comunitario para dialogar con las pymes europeas.
Su hasta ahora jefe de gabinete, Björn Seibert, comienza este lunes su excedencia de poco más de dos meses para dirigir su campaña electoral, en la que la alemana buscará ganar el voto de los ciudadanos para que su Partido Popular Europeo sea una fuerza decisiva en el Parlamento Europeo y a la hora de diseñar la próxima legislatura.
Grecia, y más en concreto el congreso del partido Nea Demokratia del primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, ha sido el escenario elegido este pasado fin de semana para el primero de sus eventos de campaña; no sólo por, como ella misma describía, ser "la cuna de la democracia" sino porque en Atenas se encuentra uno de los bastiones más poderosos del Partido Popular Europeo, un éxito que buscarán emular en otros países.
Para cumplir con las reglas de la campaña y acceder al dinero público disponible para los partidos políticos, los candidatos deben acudir a eventos en al menos siete Estados miembros diferentes durante los próximos dos meses.
Fuentes del Partido Popular Europeo creen que Von der Leyen empezará en abril a un ritmo más bajo mientras aún haya actividad legislativa en la UE y tenga más peso su papel como presidenta de la Comisión, pero que una vez concluya el último pleno del Parlamento Europeo a finales de este mes podrá viajar mucho más y hará una campaña mucho más activa.
"Tiene muchas ganas de hacer campaña", incidió esta fuente, que no dio detalles de a qué países se desplazará la alemana en su campaña.
Un nombramiento polémico
Los primeros compases de la carrera hacia la reelección se han visto ensombrecidos por el nombramiento de su compatriota y compañero de partido Markus Pieper como enviado de la UE para las pymes, una elección que cuatro comisarios europeos -tres socialdemócratas y un liberal- han criticado por su supuesta parcialidad y opacidad ante candidatos con mejor currículum.
Un portavoz de la Comisión Europea ha defendido la limpieza del proceso de selección y ha asegurado que se ha llevado a cabo en pleno respeto de las reglas para este tipo de nombramientos, que de forma habitual se desarrollan de manera no pública.
Pese a ello, se han quejado en una carta por este tema el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell; el comisario europeo de Empleo y candidato socialdemócrata a presidir la Comisión Europea, Nicolas Schmit; el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, y el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.
También el Parlamento Europeo podría urgir a la Comisión Europea a rescindir el nombramiento y volver a llevar a cabo el proceso si sale adelante una enmienda conjunta de socialdemócratas, liberales y verdes a la aprobación de las cuentas de la Comisión Europea en 2023, que se vota este jueves.
La enmienda apunta a las informaciones en prensa de que Pieper "fue finalmente nombrado a pesar de haber sido superado en las evaluaciones de contratación por las dos candidatas restantes procedentes de Estados miembros infrarrepresentados, lo que cuestiona que se tuvieran en cuenta los principios de mérito, género y equilibrio geográfico".
Si sale adelante, los eurodiputados pedirán a la Comisión "que rectifique la situación revocando el nombramiento y poniendo en marcha un proceso verdaderamente transparente y abierto para la selección del representante de alto nivel de la UE para las pymes".
Está por ver si estas acusaciones suponen una mancha en la campaña de Von der Leyen para repetir en la Comisión Europea. Su nominación corresponde en última instancia a los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la Unión Europea, pero el Parlamento Europeo tendrá que confirmarla a ella y a su equipo. En julio de 2019, superó ese trámite por apenas nueve votos.