El método de pago con tarjeta se ha impuesto como la norma en nuestras transacciones diarias, reemplazando progresivamente al dinero en efectivo. Este cambio ha sido facilitado por el avance tecnológico del sistema contactless, que permite realizar pagos rápidos mediante dispositivos móviles o relojes inteligentes sin necesidad de usar la tarjeta física. Sin embargo, esta comodidad puede acarrear ciertos riesgos que no deben ser ignorados.
Desde el Banco de España, se recalca la necesidad de verificar siempre el importe antes de proceder con cualquier pago, especialmente cuando se utiliza la tecnología contactless. "La mayoría de las veces ponemos el móvil o reloj encima de la pantalla y ni nos fijamos en el importe que pone", alertan los expertos. Esta falta de atención puede ser aprovechada por personas malintencionadas para realizar cobros indebidos.
La recomendación del Banco de España es clara: siempre debes solicitar la copia de la transacción al realizar un pago. Esta simple acción te proporciona un respaldo en caso de disputas o errores. "Si hay un error de cobro, con la copia podrás reclamar el dinero", explican. Un ejemplo cotidiano podría ser el de una persona que, tras pagar un refresco por 2,50 euros, descubre días después que se le ha cargado indebidamente una cantidad de 250 euros. Sin la copia del recibo, el proceso de reclamación se vuelve más complejo y menos probable de resolver a favor del consumidor.
Para aquellos preocupados por el impacto ambiental de acumular papel, existen alternativas sostenibles. Muchos establecimientos ofrecen la opción de enviar la copia del recibo por correo electrónico, lo que permite reducir el consumo de papel a la vez que aseguras tener un registro digital de tus transacciones.
Adicionalmente, el Banco de España aconseja mantener activadas las notificaciones y alertas de la aplicación bancaria para recibir actualizaciones instantáneas sobre las transacciones realizadas. Revisar los movimientos bancarios con regularidad es esencial para mantener un control eficaz de las finanzas personales y detectar tempranamente cualquier irregularidad que pudiera indicar un fraude o error en los cargos.