Firmado con el Norte en 2018 después de que Pionyang enviara durante la última semana unos 1.000 globos cargados con residuos al Sur
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, aprobó este martes la moción para la suspensión del tratado militar firmado con el Norte en 2018 después de que Pionyang enviara durante la última semana unos 1.000 globos cargados con residuos al Sur.
Yoon ratificó la moción pocas horas después de que fuera aprobada en un Consejo de Ministros en el que el primer ministro, Han Duck-soo, afirmó que las últimas acciones del régimen norcoreano "no solo amenazan gravemente la vida y la seguridad de nuestros ciudadanos, sino que comprometen también la paz en la península coreana".
El lunes el Consejo Nacional de Seguridad (NSC) propuso suspender por completo el acuerdo militar en respuesta al comportamiento de Pionyang, que también ha interferido en los sistemas de navegación GPS en torno a las islas fronterizas surcoreanas del mar Amarillo (llamado mar del Oeste en las dos Coreas) en días recientes.
El pacto queda así suspendido "hasta que la confianza mutua entre Sur y Norte quede restablecida", según ha asegurado la Oficina Presidencial surcoreana.
La suspensión total del pacto, firmado en Pionyang durante el breve acercamiento entra ambas Coreas en 2018, permitirá al Sur reanudar maniobras militares cerca de la frontera y reiniciar las transmisiones de propaganda mediante altavoces dirigidos al Norte.
Corea del Norte ya decidió suspender el pacto de 2018 en noviembre del año pasado después de que Seúl anunciara que suspendía en concreto una cláusula del mencionado acuerdo para poder retomar operaciones de vigilancia militar en la frontera en respuesta al lanzamiento de un satélite espía por parte de Pionyang.
En la última semana, Pionyang volvió a intentar poner -esta vez sin éxito- otro satélite espía en órbita, y, además de enviar los globos con desechos e interferir en el sistema GPS, disparó el jueves una ráfaga de artillería.
En enero, el régimen norcoreano, que lleva casi cinco años rechazando nuevas invitaciones al diálogo, declaró al Sur como principal enemigo del país y eliminó la meta de la reunificación de la Constitución.