Nuria Fernández, en boca de todos por su vinculación a Manuel Pascua, uno de los entrenadores imputados en la operación Galgo, llegó a París con el propósito de disfrutar corriendo" y se ha clasificado para la final de 1.500 de los campeonatos de Europa en su primera carrera del año bajo techo.
La jornada inaugural no deparó medallas a España aunque Felipe Vivancos, que ya obtuvo la de plata en 2005, se quedó en el Omnisports de Bercy a solo dos centésimas de lograrla en la final de 60 metros vallas, cuarto con un registro de 7.59.
Nuria Fernández, campeona continental al aire libre el pasado año en Barcelona, estará este sábado en la lucha por las medallas junto a la aragonesa Isabel Macías, campeona de España.
Confesó que había corrido "un poco con el gancho puesto", después de haber dedicado los últimos meses a endurecerse con largas cabalgadas en el cross y está en París "a lo que salga".
Se situó cuarta en la tercera serie, lanzada por la belga Lindsey de Grande, que cubrió los 800 en 2:13.70 y el mil en 2:47.43. Al toque de campana se colocó segunda, tras la rusa Yekaterina Martynova y ahí se quedó (4:10.07).
Isabel Macías se arropó en el centro del grupo al ritmo que marcaba la francesa Fanjanteino Felix y llegó quinta a la última vuelta, con fuerzas suficientes para progresar hasta el segundo puesto, con su mejor marca de siempre (4:13.26)
Este sábado, a las 17.15 horas, Nuria Fernández estará en la lucha por las medallas en la campaña más difícil de su vida deportiva, acosada por acusaciones de dopaje en las filtraciones del sumario de la operación Galgo.
La presencia de la campeona de Europa de 1.500 no ha suscitado "ningún problema en el equipo", según el capitán, Manuel Martínez, pese a que alguno de sus compañeros de selección promovió el boicot a Nuria en la gala de la Federación Española que la proclamó mejor atleta nacional del año, en enero pasado.
En la primera jornada del torneo brillaron también Jesús España en 3.000, Luis Felipe Méliz en longitud y los tres ochocentistas: Kevin López, ganador de su serie; Luis Alberto Marco, segundo en la suya, y David Bustos, que pasó por tiempos pero fue el tercero más rápido de todos los contendientes.
España, tercero en los últimos Europeos en sala, volverá a luchar por las medallas en 3.000 después de clasificarse tercero en su serie, mientras que Francisco Javier Alves y Víctor García cayeron en la primera criba.
España se apostó en el tercer puesto, aprovechando el tirón del bielorruso Siarhei Chabiarak en la segunda carrera; perdió posiciones cuanto, mediada la distancia, atacó el azerbaiyano Hayle Ibrahimov y se pegó a éste en el último mil. El madrileño tuvo que esprintar a fondo para llegar tercero en 8:01.56. A la final pasaban los tres primeros de cada serie y tres más por tiempos.
En longitud, el mayor talento joven español, Eusebio Cáceres, cayó a la primera. Doce días después de proclamarse campeón de España en Valencia con un alto de 8,08 metros, el castellonense no pasó de 7,83 y su marca no le alcanzó para acompañar a Luis Felipe Meliz en la final. "Estaba para saltar más", reconoció Cáceres, "pero no sé por qué no lo he conseguido".
Méliz, por el contrario, abrió con un salto de 7,94 metros que le garantizaba la final sin necesidad de saltar la marca requerida, que era de 8,05 metros. Del primero al último finalistas sólo hubo un margen de nueve centímetros.
Kevin López, el europeo más rápido del año en 800, y Luis Alberto Marco, actual subcampeón continental, se clasificaron por puestos para las semifinales de 800 en tanto que David Bustos y Elian Périz lo hicieron en la repesca por tiempos.
En las series femeninas de 800, la aragonesa Elian Périz, campeona de España en pista cubierta los tres últimos años, se clasificó para las semifinales gracias a una marca de 2:03.56 que le permitió el acceso en la repesca, mientras que Margarita Fuentes-Pila, descolgada desde el disparo de salida en su serie, quedó eliminada con 2:09.15.
El leonés Manuel Martínez, plusmarquista español de peso y campeón de Europa en 2002, y el malagueño Borja Vivas, campeón de España los tres últimos años, quedaron eliminados en la ronda de calificación, que exigía 20,10 para acceder a la final.
Vivas empezó con 18,61, mejoró en el segundo tiro hasta los 19.40, y cerró con un nulo, undécimo en la lista de contendientes, en tanto que Martínez, cuyo objetivo en París era superar los 19 metros, lanzó 18,62 en el primer turno y se despidió con dos nulos.
Josephine Onyia pudo, al fin, debutar en unos Europeos, pero fue eliminada en su primer contacto con la pista, exactamente dos años después de tener que abandonar el equipo español que se disponía a participar en los de Turín 2009 al confirmarse que había dado positivo por clembuterol el 13 de septiembre del 2008 en Stuttgart.
Onyia partió por la calle tres en la tercera serie de 60 metros vallas y al salir de la primera valla se quedó clavada en el apoyo. A partir de ahí corrió coja y acabó quinta con una marca de 8.33. La discípula de Rafael Blanquer se lesionó en la reunión de Zaragoza, la competición en la que reaparecía, y ha estado luchando por recuperarse desde entonces.