La líder ultraderechista, uno de los mandatarios que obtuvieron mejores resultados en las recientes elecciones europeas, dejó así patente su malestar
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aseguró este miércoles que su Gobierno no acepta el pacto de los tres partidos de la mayoría proeuropea parlamentaria sobre los principales puestos de las instituciones de la Unión Europea (UE), que calificó de "acuerdo para excluir" a las demás fuerzas políticas.
"Las instituciones de la UE se concibieron con una lógica neutral. Los altos cargos se otorgaban pensando en los grupos más numerosos, sin tener en cuenta las lógicas de mayoría y oposición. Hoy se opta por (...) un 'acuerdo para excluir' que en nombre del Gobierno italiano he contestado y no pienso compartir", dijo Meloni en el Parlamento.
La líder ultraderechista, uno de los mandatarios que obtuvieron mejores resultados en las recientes elecciones europeas, dejó así patente su malestar por haber quedado excluida de las negociaciones para el acuerdo para que Ursula von der Leyen, Antònio Costa y Kaja Kallas sean, respectivamente, los presidentes de la Comisión y el Consejo y la jefa de la diplomacia del club comunitario en la próxima legislatura.
"Ningún demócrata auténtico que crea en la soberanía popular puede considerar en su fuero interno aceptable que en Europa se haya intentado negociar sobre los cargos incluso antes de que se acudiera a las urnas", aseguró Meloni en su declaración previa al Consejo Europeo ante la Cámara de Diputados.
"Si hay un hecho indiscutible que sale de las urnas es el rechazo a las políticas llevadas a cabo por las fuerzas políticas en el Gobierno de muchas de las grandes naciones europeas, que son también en muchos casos las fuerzas que han dictado las políticas europeas de los últimos años", dijo.
Y citó los porcentajes obtenidos en cada país de la UE por los partidos gobernantes: "16% en Francia, 32% en Alemania, 34% en España", mientras que en Italia "el 53% de los elegidos son expresión de las fuerzas gubernamentales".
Además, consideró que "el error que está a punto de cometerse con la imposición de esta lógica y de una mayoría frágil que probablemente está destinada a tener dificultades en el curso de la legislatura es un error importante no para el centro-derecha o para Italia, sino para una Europa que no parece comprender el desafío al que se enfrenta o que lo comprende, pero que prefiere en cualquier caso dar prioridad a otras cosas".
En ese sentido abogó por la necesidad de "comprender los errores del pasado" y por "una Europa más concreta y menos ideológica", además de instar a la presidencia de la Comisión a "pensar en una representación específica para la desburocratización para dar una señal" de cambio, con el nombramiento de un comisario en la materia.
Y lanzó un llamamiento a la oposición "para que se reconozca lo que corresponde a Italia como nación, no al Gobierno, no a tal o cual partido, sino a la nación. Ese peso no siempre se ha reconocido adecuadamente en el pasado, pero el mensaje que los ciudadanos nos han dado con su voto es claro y no tenemos intención de que caiga en saco roto".
El acuerdo sobre los puestos más importantes de las instituciones europeas, alcanzado este martes debe ahora ser refrendado en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que se celebra el jueves y viernes de esta semana en Bruselas.
Los negociadores han acordado dejar pendientes el reparto de los segundos periodos de las presidencias del Consejo Europeo y de la Eurocámara al momento en que se acerque la fecha de su eventual renovación para tener en cuenta las circunstancias políticas de entonces, informaron a EFE fuentes próximas a las negociaciones.
También indicaron que para sortear el eventual malestar de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, por no haberla citado para estas negociaciones, uno de los seis negociadores se puso en contacto con ella para garantizarle que tendrá, como ha solicitado, una cartera importante en el próximo Ejecutivo comunitario.