La Junta de Gobierno decidió salir a la calle y continuar hasta la Carrera Oficial a pesar de que la lluvia les sorprendiera en varias ocasiones
Durante las horas previas a la salida procesional de la Fervorosa y Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia en su Sagrada Coronación de Espinas y Nuestra Señora de Las Lágrimas, el nerviosismo fue la nota predominante entre los miembros de la Junta de Gobierno y los hermanos de ‘La Cañita’, que barajaban distintos partes meteorológicos que vaticinaban un porcentaje del 30 por ciento de precipitaciones a partir de las siete de la tarde, hora prevista para su salida. Decidieron finalmente realizar su estación de penitencia y las puertas de la Basílica menor de La Caridad se abrieron puntuales para iniciar el desfile de la única cofradía que procesiona en Sanlúcar en la jornada del Lunes Santo.
Sin embargo, la lluvia que amenazaba la jornada apareció en primer lugar pasadas las siete y media de la tarde y sorprendió a los titulares de esta hermandad comenzando su carrera oficial por la plaza de la Paz, en el corazón del Barrio Alto sanluqueño, justo antes de realizar la estación de penitencia en la Parroquia de Nuestra Señora de La O. La Hermandad de ‘La Cañita’ sufrió momentos de incertidumbre soportando el chaparrón que puso en peligro el patrimonio artístico que esta hermandad pone en la calle cada Lunes Santo, curiosamente, el día que estadísticamente más veces ha sufrido la presencia de la lluvia en la historia de la Semana Santa sanluqueña, según apuntaba el Hermano Mayor, José Antonio Bernal, horas antes de su salida procesional. Las lágrimas afloraron en los rostros de los devotos de esta hermandad que vieron peligrar su estación de penitencia de este año, tal y como sucedió en otras localidades gaditanas durante la jornada del Lunes Santo.
Pasados esos momentos de desasosiego e incertidumbre, la conocida como Hermandad de ‘La Cañita’ de Sanlúcar pudo continuar adelante con su estación de penitencia, llegando a la Parroquia de Nuestra Señora de La O poco antes de las ocho de la tarde. El paso de misterio, uno de los que aún mantiene el sistema de carga tradicional de Sanlúcar, a cincho, estaba adornado con iris color morado que resaltaban la belleza de la talla de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia en su Sagrada Coronación de Espinas, obra del escultor Francisco de la Gándara Hermosa de Acevedo, que aparece por primera vez en la Basílica de la Caridad en el año 1720. El paso del Señor de ‘La Cañita’ representa el momento iconográfico en el que el Cristo después de haber sido flagelado, es coronado con una corona de espinas y una caña a modo de cetro como burla de los judíos hacia su persona. Como es tradición, la música de capilla acompaña al paso del Señor en su estación de penitencia.
Fueron los sones de la Banda de Música ‘Maestro Dueñas’ de El Puerto de Santa María, los que acompañaron a la imagen de Nuestra Señora de Las Lágrimas, que este año estrenaba las bambalinas delanteras del paso de palio, confeccionadas por un grupo de hermanas de esta cofradía señera del Barrio Alto sanluqueño. La imagen de Nuestra Señora de Las Lágrimas es obra de Manuel Pineda Calderón, si bien fue restaurada en los años 80 por Francisco Morillo Esteban. La Dolorosa iba exornada con orquídeas en la delantera del paso de palio, mientras que los miembros de la hermandad eligieron este año claveles blancos para engalanar los laterales del paso.
Una hora más tarde de la salida, la lluvia de nuevo volvía a hacer acto de presencia cuando el titular de la cofradía, Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, se encontraba a escasos metros de su templo, tras realizar su estación de penitencia y recibir los titulares de ‘La Cañita’ las saetas de José María Díaz, El Forestal, desde un balcón de la plaza Condes de Niebla. Tampoco fue impedimento en esta ocasión para que la hermandad decidiera completar su desfile procesional.