El SIP (Sindicato Independiente de la Policía Local) celebra esta tarde una asamblea en la que los 250 socios de este colectivo decidirán si retomar las medidas de presión que iniciaron el pasado lunes, convocando una huelga de multas caídas que apenas duró veinticuatro horas tras lograr el entendimiento con la delegada de Seguridad, Mª Carmen Martínez, a la vez que plantear si apoyar o no el convenio municipal que hasta hace pocos días pensaron rechazar.
Miguel Ángel Periñán, uno de los portavoces de este sindicato reconoce que, aunque serán los afiliados los que finalmente decidan, probablemente cesen los actos de protesta al haber logrado un punto de consenso con la edil socialista que les ha prometido escuchar todas las peticiones de los sindicatos y administrar íntegramente con ellos los 470.000 euros de partida presupuestaria que destinará el Ayuntamiento a la Delegación de Seguridad el próximo año.
Del mismo modo, Periñán quiere también acallar las voces que critican que el SIP se haya podido “venderse” por no encontrar explicación a una “huelga express”. Periñán niega rotundamente estas afirmaciones y señala que la única finalidad de esta movilización era pelear por más medios humanos y materiales para la Policía Local.
La participación en esta asamblea no será muy elevada. El portavoz del SIP dice que no asistirán los doscientos cincuenta agentes asociados (el 75% de la plantilla) debido a las vacaciones de Navidad, por motivos de trabajo y otras causas.
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