El ministro de Economía y Finanzas tendrá uno de los grandes retos del Ejecutivo y de los más urgentes, como es la presentación del proyecto de presupuestos
El nombre de la persona que ocupará el Ministerio de Economía es la gran incógnita del Gobierno del nuevo primer ministro francés, el conservador Michel Barnier, que según su gabinete debe presentarse "antes del domingo".
La Alta Autoridad para la Transparencia de la Política, encargada entre otras cosas de verificar la compatibilidad con las reglas éticas de los candidatos a ocupar las carteras del Ejecutivo, trabaja este viernes en los que salieron de la reunión en la que Barnier sometió su propuesta al presidente, Emmanuel Macron.
Macron es quien formalmente nombra a los ministros y quien tiene que dar su visto bueno al gabinete que va a formar el primer ministro, que horas antes había mantenido un encuentro con los partidos políticos que le van a dar apoyo.
De ahí se filtró a la prensa una lista de nombres diseñada por Barnier, de la que se sabe que su idea es constituir un Gobierno con 38 miembros, de los cuales 16 ministros de pleno ejercicio y los demás ministros delegados o secretarios de Estado.
De esos 16 ministros, siete saldrían de las filas del macronismo, tres de Los Republicanos (LR, la formación de Barnier), dos del grupo centrista MoDem, uno del también centrista UDI y otro de Horizons, el grupo del exprimer ministro conservador Édouard Philippe.
Entre los puestos clave, destaca la elección del senador de LR Bruno Retailleau como ministro del Interior; el centrista Jean-Noêl Barrot, hasta ahora secretario de Estado de Asuntos Europeos, para la cartera de Asuntos Exteriores; Sébastien Lecornu, también centrista, se mantendría al frente de Defensa.
Sobre la cartera de Economía y Finanzas, lo que se sabe es que el jefe del grupo de LR en la Asamblea Nacional, Laurent Wauquiez, contó a sus compañeros de partido que había rechazado la oferta de Barnier para ocupar ese puesto y que no formará parte del nuevo Ejecutivo para continuar con sus funciones actuales.
El nuevo ministro de Economía y Finanzas tendrá uno de los grandes retos del Ejecutivo y de los más urgentes, como es la presentación del proyecto de presupuestos para 2025 en una situación muy delicada de las cuentas públicas francesas.
El déficit público subió el pasado año hasta el 5,5 % del producto interior bruto (PIB) cuando lo previsto en el presupuesto era un 4,9 %, por unos ingresos muy inferiores a los anticipados.
Además, el tesoro ha anticipado que este año Francia terminará con un déficit del 5,6 %, muy lejos del tope del 3 % preconizado por las reglas europeas, y con una deuda del 112 %.
En un comunicado publicado este jueves, Barnier volvió a reiterar sus prioridades: "Mejorar el nivel de vida de los franceses y el funcionamiento de los servicios públicos, particularmente la escuela y la sanidad, garantizar la seguridad, controlar la inmigración y que progrese la integración".
Igualmente subrayó que quiere apoyar "empresas y agricultores y confortar la actividad económica de Francia, controlar las finanzas públicas y reducir la deuda ecológica".