"No importa lo que diga Lai Ching-te, no puede cambiar el hecho objetivo de que ambos lados del Estrecho pertenecen a una sola China", afirmó Mao
China aseguró este jueves que Taiwán “nunca ha sido un país, ni jamás lo será”, en respuesta a las recientes declaraciones del presidente taiwanés, William Lai, quien promovió ideas separatistas en favor de la independencia de la isla, calificándolas de una provocación destinada a incrementar las tensiones en la región.
Durante una conferencia de prensa celebrada hoy, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China Mao Ning criticó duramente las palabras de Lai, señalando que buscan "romper los lazos históricos" entre ambos lados del estrecho.
"No importa lo que diga Lai Ching-te, no puede cambiar el hecho objetivo de que ambos lados del Estrecho pertenecen a una sola China", afirmó Mao.
Reiteró que la posición de China sobre Taiwán es inamovible: "El principio de una sola China es una norma básica de las relaciones internacionales y un consenso universal".
Mao también subrayó que cualquier intento de independencia es un "callejón sin salida" y que la reunificación de China es "inevitable".
En este sentido, advirtió que la República Popular China no tolerará que ningún país, a través de relaciones diplomáticas, apoye movimientos separatistas en Taiwán.
"Instamos a los políticos extranjeros a corregir sus acciones y cesar el apoyo a la independencia de Taiwán", añadió la portavoz, enfatizando que cualquier interacción oficial con Taiwán solo exacerbará las tensiones en el Estrecho.
Durante el acto por el Día Nacional de Taiwán, celebrado este jueves, Lai reafirmó la soberanía de la isla, destacando que es una tierra de “libertad” y “democracia” y no está subordinada a China.
En su discurso, subrayó su compromiso de salvaguardar la soberanía y el desarrollo de Taiwán frente a cualquier intento de anexión, manteniendo la paz y estabilidad en el Estrecho.
Lai también expresó su disposición a trabajar con China en temas como el cambio climático y la seguridad regional, siempre defendiendo la igualdad y dignidad de Taiwán.
El presidente taiwanés hizo estas declaraciones durante el acto de celebración del Día Nacional, una fecha que recuerda el derrocamiento de la última dinastía imperial en 1911 y el establecimiento de la República de China (nombre oficial de Taiwán).
En los días previos a su discurso, Lai provocó polémica al declarar que Taiwán es un “país soberano e independiente” y que era imposible considerar a la República Popular China como la "madre patria" de los taiwaneses.
Como respuesta, Pekín acusó a Lai de intentar romper los lazos históricos con China y aumentó la presión militar, realizando dos patrullas conjuntas en el estrecho de Taiwán en los últimos cinco días.