Sobrepasada tras la filtración de sus grabaciones al Rey Juan Carlos, Bárbara Rey protagonizaba este miércoles una desgarradora escena en Marbella, al detener su coche en medio de una calle para pedir ayuda a la Policía por la presión mediática que está sufriendo desde que hace dos semanas vieron la luz sus imágenes en actitud cariñosa con el monarca. Un escándalo que no deja de aumentar con la publicación en 'OK Diario' se sus conversaciones íntimas con el padre de Felipe VI y que han dejado en una posición muy delicada tanto al Emérito como a la vedette.
Completamente fuera de sí, y sin poder contener el llanto, la madre de Ángel Cristo Jr. se dirigía a gritos a unos agentes de policía para que la 'salvasen' de las preguntas de los reporteros, y posteriormente, como emitía en exclusiva 'TardeAR', se acercaba a un hospital de la localidad malagueña para ser atendida por los profesionales médicos en un estado preocupante que parece indicar que ha tocado fondo.
Más tranquila, Bárbara ha reaparecido en el mismo escenario este jueves, ya que ha regresado a la misma clínica para ver a sus médicos. Y lo ha hecho muy seria y asegurando con ironía que está "fenomenal" a pesar del tsunami mediático en el que se ha visto envuelta con la filtración de sus grabaciones a Don Juan Carlos.
No ha respondido a ninguna pregunta más y ha dejado en el aire si es cierto que el Rey fue en helicóptero a Cantora en 1979 para pedirle explicaciones a Paquirri por su relación, aunque no ha podido evitar lanzar una mirada desafiante y demoledora a los reporteros.
Un momento en el que varios ciudadados han salido en su defensa, increpando a la prensa para que dejase de grabarla. "¡Es acoso!" han afirmado los lugareños mientras Bárbara entraba con la cabeza alta al hospital, de donde ha salido minutos después en absoluto silencio.