Andalucía
Leyenda negra de Felipe II revive en el "Don Carlo" de Giancarlo del Monaco
La ópera 'Don Carlo', de Giuseppe Verdi, se estrenará el próximo 24 de junio, clausurando la temporada lírica del coliseo sevillano.
La leyenda negra de Felipe II revive en la producción de la ópera "Don Carlo", de Giuseppe Verdi, que el director de escena Giancarlo del Monaco ensaya estos días en el Teatro de la Maestranza, y cuyo estreno, el próximo 24 de junio, clausurará la temporada lírica del coliseo sevillano.
En entrevista con Efe, el reconocido director italiano, que ha triunfado recientemente con "Tosca" en la Ópera de Pekín, explicó que este montaje, coproducido por las óperas de Oviedo, Bilbao, Tenerife y Sevilla, centra la dramaturgia en el aspecto negativo del llamado rey 'Prudente', tal y como plasmó Friedrich Schiller en su pieza teatral "Don Carlo, Infante de España" que inspiró el libreto de la ópera de Verdi.
Ambientada en el reinado de Felipe II durante su matrimonio con Isabel de Valois, "Don Carlo" aborda, por un lado, el conflicto amoroso que enfrenta al infante Don Carlos con su padre Felipe II -casado con la mujer que él ama- y, por otro, los entresijos de un poder político sujeto a tensas relaciones con la Iglesia y amenazado por revueltas independentistas en los Países Bajos.
"Quiero estar lo más próximo a Schiller y Verdi", aclaró Del Monaco, quien ha alterado el fantasioso final de la ópera (el espectro de Carlos V rescata al infante de las garras de la Inquisición) por uno más creíble (Felipe II mata a su hijo) y relacionado con "la leyenda negra, inventada por ingleses y franceses para calumniar a Felipe II, que Schiller recogió transformando al enfermizo infante en un héroe de la libertad mundial".
La ópera más ambiciosa de Verdi, fruto de un encargo de la Ópera de París para la Exposición Universal de 1867, fue estrenada originalmente en francés y estructurada en cinco actos con un ballet, pero su excesiva duración obligó al autor a realizar cortes y revisiones posteriores que dieron lugar a varias versiones, una de ellas en cuatro actos y en italiano, que es la que se representa habitualmente y la que se verá en el Maestranza.
Del Monaco apuntó que ambas tienen sus ventajas e inconvenientes: "la francesa es más dramatúrgica e interesante para un festival; la italiana es más melómana y propia de una temporada de ópera, aunque, al ser más compacta, el personaje del infante queda menos definido, y por eso es mejor no profundizar en la historia de amor Isabel-Don Carlos".
Pero los grandes momentos musicales están presentes en las dos versiones, uno de ellos, el dúo entre el Gran Inquisidor y Felipe II, que "es la cumbre más alta de la dramaturgia musical -afirmó Del Monaco- y tiene una validez actual absoluta: la razón de estado se antepone a los sentimientos personales".
En esta ópera Felipe II se enfrenta a un hijo rebelde que ama a la reina, a una reina que no le quiere, conflictos en los Países Bajos, el poder de la Iglesia, en definitiva, "un cóctel de ideas que lo desborda y lo hace vulnerable a la autoridad del Gran Inquisidor, una persona más fuerte él, que le obliga a proceder en favor del bien del Imperio".
"Es una obra compleja, profundamente política y una de las más vigentes de Verdi", matizó el director de escena veneciano, "porque trata temas como el eterno problema de las relaciones entre Iglesia y Estado, que hemos visto recientemente con Zapatero y Rouco Varela".
La dificultad de la puesta en escena y el requerimiento de seis grandes voces hacen que "Don Carlo" sea un título muy caro y poco adecuado en tiempos de crisis.
Paradójicamente, esta coproducción, según Del Monaco, es "el proyecto más rentable de la temporada lírica española, porque ha costado a cada teatro menos del importe que supondría un alquiler, y, éticamente, supone un ejercicio de responsabilidad de los teatros, artistas y cantantes involucrados, que participan por la mitad de su caché".
En el reparto figuran cantantes consagrados, como Fiorenza Cedolins (Isabel), Dolora Zajick (Éboli) o Ángel Ódena (Rodrigo), y voces jóvenes a las que "se les da una oportunidad en un ejercicio de hacer de la necesidad virtud", apuntó Del Monaco, como es el caso del bajo ucraniano Ievgen Orlov (Felipe II), el tenor búlgaro Kamen Chanev (Don Carlos) y el bajo ruso Dmitri Ulianov (Inquisidor).
Este elenco vocal estará acompañado por la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla dirigida por el madrileño Pedro Halffter, quien ya logró un reconocido éxito de público y crítica junto a Giancarlo Del Monaco en "La fanciulla del West", de Puccini, que ofreció el Teatro de la Maestranza en 2009.
En entrevista con Efe, el reconocido director italiano, que ha triunfado recientemente con "Tosca" en la Ópera de Pekín, explicó que este montaje, coproducido por las óperas de Oviedo, Bilbao, Tenerife y Sevilla, centra la dramaturgia en el aspecto negativo del llamado rey 'Prudente', tal y como plasmó Friedrich Schiller en su pieza teatral "Don Carlo, Infante de España" que inspiró el libreto de la ópera de Verdi.
Ambientada en el reinado de Felipe II durante su matrimonio con Isabel de Valois, "Don Carlo" aborda, por un lado, el conflicto amoroso que enfrenta al infante Don Carlos con su padre Felipe II -casado con la mujer que él ama- y, por otro, los entresijos de un poder político sujeto a tensas relaciones con la Iglesia y amenazado por revueltas independentistas en los Países Bajos.
"Quiero estar lo más próximo a Schiller y Verdi", aclaró Del Monaco, quien ha alterado el fantasioso final de la ópera (el espectro de Carlos V rescata al infante de las garras de la Inquisición) por uno más creíble (Felipe II mata a su hijo) y relacionado con "la leyenda negra, inventada por ingleses y franceses para calumniar a Felipe II, que Schiller recogió transformando al enfermizo infante en un héroe de la libertad mundial".
La ópera más ambiciosa de Verdi, fruto de un encargo de la Ópera de París para la Exposición Universal de 1867, fue estrenada originalmente en francés y estructurada en cinco actos con un ballet, pero su excesiva duración obligó al autor a realizar cortes y revisiones posteriores que dieron lugar a varias versiones, una de ellas en cuatro actos y en italiano, que es la que se representa habitualmente y la que se verá en el Maestranza.
Del Monaco apuntó que ambas tienen sus ventajas e inconvenientes: "la francesa es más dramatúrgica e interesante para un festival; la italiana es más melómana y propia de una temporada de ópera, aunque, al ser más compacta, el personaje del infante queda menos definido, y por eso es mejor no profundizar en la historia de amor Isabel-Don Carlos".
Pero los grandes momentos musicales están presentes en las dos versiones, uno de ellos, el dúo entre el Gran Inquisidor y Felipe II, que "es la cumbre más alta de la dramaturgia musical -afirmó Del Monaco- y tiene una validez actual absoluta: la razón de estado se antepone a los sentimientos personales".
En esta ópera Felipe II se enfrenta a un hijo rebelde que ama a la reina, a una reina que no le quiere, conflictos en los Países Bajos, el poder de la Iglesia, en definitiva, "un cóctel de ideas que lo desborda y lo hace vulnerable a la autoridad del Gran Inquisidor, una persona más fuerte él, que le obliga a proceder en favor del bien del Imperio".
"Es una obra compleja, profundamente política y una de las más vigentes de Verdi", matizó el director de escena veneciano, "porque trata temas como el eterno problema de las relaciones entre Iglesia y Estado, que hemos visto recientemente con Zapatero y Rouco Varela".
La dificultad de la puesta en escena y el requerimiento de seis grandes voces hacen que "Don Carlo" sea un título muy caro y poco adecuado en tiempos de crisis.
Paradójicamente, esta coproducción, según Del Monaco, es "el proyecto más rentable de la temporada lírica española, porque ha costado a cada teatro menos del importe que supondría un alquiler, y, éticamente, supone un ejercicio de responsabilidad de los teatros, artistas y cantantes involucrados, que participan por la mitad de su caché".
En el reparto figuran cantantes consagrados, como Fiorenza Cedolins (Isabel), Dolora Zajick (Éboli) o Ángel Ódena (Rodrigo), y voces jóvenes a las que "se les da una oportunidad en un ejercicio de hacer de la necesidad virtud", apuntó Del Monaco, como es el caso del bajo ucraniano Ievgen Orlov (Felipe II), el tenor búlgaro Kamen Chanev (Don Carlos) y el bajo ruso Dmitri Ulianov (Inquisidor).
Este elenco vocal estará acompañado por la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla dirigida por el madrileño Pedro Halffter, quien ya logró un reconocido éxito de público y crítica junto a Giancarlo Del Monaco en "La fanciulla del West", de Puccini, que ofreció el Teatro de la Maestranza en 2009.
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