Ayer y hoy, pasado y presente

Llegó el verano, el ocio, el no hacer nada de nada. Época de fichajes en Clubes de Fútbol tras unas cortas vacaciones que contrariamente a lo que a nosotros nos puedan parecer son para los deportistas profesionales más bien largas dado que desean, todos sin excepción, reincorporarse a los equipos de procedencia; otros a sus nuevos destinos. En el ámbito familiar los peques llenan de alegría con su presencia los hogares y de dolores de cabeza a las madres que los soportan más o menos como pueden. Algunos de estos que veranean tienen que acudir cada día a una academia a fin de recuperar las asignaturas que les quedaron pendientes como consecuencia de que los profesores “la tienen tomada con ellos”. En fin esa fue siempre la excusa más manida que se tuvo a mano para justificar la vagancia que trajo consigo los “cates” de rigor.
Hay que reconocer que los estudiantes hoy lo tienen más difícil que aquellos como yo que estudiamos, o empezamos a hacerlo, allá por la década de los cincuenta. Han pasado ya más de sesenta años en cuyo espacio de tiempo las ciencias han superado todos los límites habidos y por haber. Es lógico que nuestros estudios fueran más simples que los de hoy que acaparan unos valores muy superiores en todos los terrenos. Esa diferencia ya la observé con los estudios de mis hijos. Se daba la circunstancia que al tener ellos alguna duda acudían a mí como tabla salvadora de sus problemas. La solución de los problemas surgidos fue en la mayoría de las ocasiones tener que estudiar a la par de ellos para así salir del atolladero. Ahora les pasa a ellos con sus hijos –que son mis nietos- pero justo es decir que solucionan las “corbatas” con m más soltura que lo hacía yo. Ahora el estudio está más catalogado y la mayoría de los jóvenes prefieren estudiar por “Letras” al no poder desenvolverse con normalidad con las matemáticas; Ogro por los siglos de los siglos para los estudiantes mediocres, que no a todos les faltan luces para entenderlas, más bien es cuestión de vagancia y no quieren pelear con ellas.
Todo esto es parte cíclica de la historia personal de cada cual. A pesar de ello caemos casi siempre en una serie de errores que aún a sabiendas que llegaran de nuevo aquellos que se fueron, trompicamos en los mismos una vez y otra. En policía, en las elecciones recientes a las Municipales hubo desencantos y unos resultados muy buenos para unos y malos, muy malos, para otros. Fueron resultados electorales nacidos de la excesiva confianza de unos y la constancia en el empeño de conseguir parabienes de otros. Todo resultó ser un ciclo que desde que se fueron Aznar y González se esperaba. Todo ayudado por los acontecimientos del momento: corrupción, impotencia, palos de ciego, etc.
El fútbol español, espectáculo rey, no se escapa de un análisis que resultaría igual o parecido a un estudio somero por lo mucho que encierra de popularidad, fiesta y diversión. Ya han surgido algunos que otro fichaje millonario y es el Málaga con su Jeque al frente quien se lleva en este aspecto la palma. Veremos si tantos fichajes no sirven para nada. A pesar de todo el notición lo ha plasmado la Sgae que igual que supo administrar y cobrar los aranceles más inverosímiles ha sido dadivoso supuestamente con ellos en beneficio sabe Dios de quién.