Precioso conjunto de voces el de la comparsa de Beatriz Aragón, el Lacio y Tamara Beardo, un grupo que saca las garras en su presentación para presentarnos a un personaje que simboliza a la mujer gaditana reimaginada como una leona. Nace su pasodoble bautizando su manada, una copla que utilizan para declarar su amor por Cádiz. Potente el segundo, para el 50 aniversario de la muerte de Franco. Su terrible legado aún perdura y su memoria seguirá presente mientras haya gente sepultada en las cunetas. Para el suplicio del clima y para una oveja negra que les embelesa van los cuplés. Resultón el estribillo. Paso adelante de la comparsa, que sigue creciendo con una propuesta que abandona la línea del metacarnaval y gana en madurez. Interesante en forma y también en contenido.
Lo mejor El encaje de las voces, que lucen individualmente y en conjunto
Lo peor Los cuplés son un mero trámite para llegar al estribillo
