La Térmica de Málaga presenta Afectos fugaces, una exposición de Jesús Madriñán que analiza la influencia de las aplicaciones de citas en las relaciones interpersonales, especialmente en la comunidad LGTBIQ+. La muestra reúne por primera vez en España las series Torremolinos (2018) y Washington Store (2023), con 15 retratos que exploran los vínculos efímeros que se crean a través de estas plataformas.
El artista gallego, reconocido por su uso de cámaras de gran formato y película analógica, contrasta la inmediatez del mundo digital con la paciencia y precisión de su técnica. En Torremolinos, Madriñán contactó a participantes a través de Grindr y los fotografió en antiguos almacenes del municipio, en un entorno seguro donde podían expresarse con libertad ante la cámara.
En Washington Store, el proceso fue diferente debido a limitaciones de tiempo. Invitado por la Embajada de España a realizar un proyecto en 20 días, el artista organizó un único encuentro colectivo en un almacén estadounidense, reuniendo a 30 desconocidos con el propósito común de ser retratados. Esta sesión grupal resalta el sentido de pertenencia y comunidad en un contexto de conexiones fugaces.
La exposición, comisariada por Nerea Ubieto, destaca por la profundidad y naturalidad de sus retratos. Las imágenes capturan la complejidad emocional de sus protagonistas sin artificios, mostrando el impacto de la cultura digital en la construcción de la identidad y el bienestar emocional de quienes buscan afecto en un entorno marcado por la rapidez y la superficialidad.
Los retratos, en blanco y negro o a color, y con distintos enfoques entre el primer plano y el cuerpo entero, dialogan entre sí para ofrecer una visión amplia de la paradoja contemporánea: la búsqueda de intimidad en una plataforma que expone y fragmenta las relaciones humanas. La muestra invita al espectador a adoptar una mirada contemplativa y crítica sobre el impacto de estas herramientas en la vida cotidiana.
Afectos fugaces podrá visitarse en la sala 014 desde el 13 de marzo hasta el 29 de junio, consolidando a Jesús Madriñán como una de las voces más interesantes de la fotografía contemporánea.