Cádiz, San Fernando y Puerto Real, unidas por un sendero peatonal

La Junta de Andalucía ha reabierto el sendero del Parque Natural Bahía de Cádiz Salina de la Dolores tras finalizar su arreglo. Las obras, con un importe de 23.600 euros, han servido para reparar los desperfectos ocasionados por la erosión y protegerlo mediante una escollera.

Con estas obras que se unen a las finalizadas del desdoble de la vía del tren y cuyas medidas compensatorias han permitido construir un sendero entre La Isla y Puerto Real, ya es posible hacer el trayecto entre las tres poblaciones que rodean la Bahía con el borde litoral como límite.

La zona del sendero objeto de la reparación está situada en el término municipal gaditano, "muy expuesto a las mareas y al oleaje", lo que había generado desperfectos que dificultaban su uso. Su arreglo era una demanda de los visitantes, que ahora pueden disfrutar de un camino "renovado" gracias a la actuación de Medio Ambiente, según ha explicado la delegada provincial del ramo de la Junta en Cádiz, Silvia López, en una visita al camino.

El sendero de la Salina de la Dolores "proporciona una oportunidad de contemplar las salinas, tiene gran interés ornitológico y ofrece amplias panorámicas de Cádiz y San Fernando y del saco interior de la Bahía". Extensas planicies fangosas intermareales en las que se alimentan cientos de aves y la antigua Salina de Dolores, con su casa salinera, compuertas tradicionales y sus laberintos de agua, permiten al visitante acercarse al "paisaje más característico" del Parque Natural.

El punto de inicio del recorrido comienza junto al antiguo almacén de la salina, en la 'orilla' gaditana del río Arillo, y cuenta con un aparcamiento de unas diez plazas. En sus 3,1 kilómetros de dificultad baja, que se completan en aproximadamente una hora y treinta minutos, bordea el río Arillo para pasar por el borde litoral tras la Estación Depuradora de Aguas Residuales.

Durante el trayecto, que está señalizado, se pueden contemplar las antiguas salinas y las compuertas para el vaciado y llenado de estero. Un mirador y una torre observatorio complementan un recorrido de "un gran interés para los amantes de las aves", puesto que en la zona pueden observarse correlimos, chorlitejos, archibebes, agujas u ostreros, además de numerosos ánades en esta época del año.