La fotografía de Alfonso Pérez anuncia la Semana Santa portuense
Juan Villarreal pregonará la fiesta, según acordó el Consejo de Hermandades
A las 12 en punto comenzó el acto cofrade de la presentación del cartel que anuncia la Semana Santa portuense de 2012, cartel que gira en torno a la figura del fotógrafo Alfonso Pérez y una imagen tomada al titular de la Hermandad del Dolor y Sacrificio en su salida desde su templo, la Iglesia Mayor Prioral, en un día nublado y cubierto de solemnidad, que es lo que deja entrever la imagen, donde el color morado de los nazarenos y portadores de la imagen contrastan con la plata reluciente del paso. Además, el templo de fondo y el cielo nublado acaban de rematar la calidad de la imagen tomada.
El acto estuvo presidido por representantes del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, el equipo de Gobierno, y cofrades varios, así como público en general que no quiso perderse este acto que, como bien dijo el cofrade Jesús Delgado, muestra el pistoletazo de salida hacia la Semana Santa, pues ahora a éste le sucederán un sin fin de actos de este origen, entre ellos, el pregón de la Semana Mayor de la ciudad, que correrá a cargo de Juan Villarreal, profesor de las letras y literatura y diácono.
Delgado anunció y leyó el acta del fallo del jurado del concurso de fotografía para el cartel 2012, siendo el premio al detalle para Victor Bellvis, que obtendrá un recuerdo y 120 euros en material, mientras que el ganador, Alfonso Pérez, recibirá igualmente el recuerdo del consejo y 800 euros. Tras la recogida de sus placas, fue un representante de la banda Cristo del Amor el que recogió también un detalle para ellos, que fueron los que actuaron durante el acto celebrado ayer en el Auditorio Municipal.
Jesús Delgado quiso hacer una reseña del presentador del cartel, confirmando de él que “nace y se cría en el Barrio Alto, un poco olvidado”. Reconoce que “es el tipo de cofrade que toda hermandad desea tener, dispuesto a ayudar, amante de su Puerto, todo un ejemplo a seguir”, por ser “un trabajador infatigable”. Además es “buen amigo, conocedor de la semana grande. Era uno de esos niños que corría por el patio de la Aurora, que por cierto nos quieren quitar, si no lo han hecho ya”, recordando que en su primera igualá recibió un duro golpe, la muerte de su padre. Delgado anuncia que es “hermano del Nazareno, Misericordia y Humildad y Paciencia”, en la que regenta el titulo de capataz de la Señora del Desconsuelo.
Cristo quiso, en primer lugar, tener unas palabras de aliento y agradecimiento para la que fuera presidenta del consejo, Mar Vázquez, por proponerlo, junto a su grupo de trabajo, “como el ángel anunciador de esta Semana Santa”. Su primer recuerdo fue “para los que están en la Semana Santa del cielo”. Recorrió, y así lo hicieron todos los presentes, algunos de los elementos más significativos de la Semana Santa portuense, haciendo mención de las naranjas de la Prioral, las palmeras de Micaela Aramburu, el caminar de los nazarenos, las luces de los candelabros, el terciopelo del manto, la muralla del Castillo de San Marcos, los cirios ardientes, la cal de las fachadas, la negrura de la noche, las saetas al aire, los pies descalzos, las campanas que repican, la chicotá con elegancia o “El Puerto en primavera. El Puerto es la pasión en nuestra Semana Santa”.
En todo momento Cristo estuvo acompañado por la banda Cristo del Amor, que tocó distintas marchas, haciendo así los espacios en el discurso del cofrade. Y ya centrándose en el cartel, confirmó que se trata “de uno de esos días en que El Puerto huele a incienso, cuando el Dolor sale a la calle” por la puerta de la Prioral, con el aire y los naranjos como amigos y compañeros, “expuesto al pueblo, que caminará con él, que camina con Jesús hecho hombre y que dejó ser cautivo”. E hizo lo mismo con los detalles de esta hermandad, por cierto, su corbata a juego con su color predominante, el morado, como antes lo hizo con los de la Semana Santa, dando vida a “los nazarenos morados, los fajines de esparto”, etc.
Algunas de sus frases más significativas en torno al cartel y sus elementos fueron “tinta morada derramada en los cielos” o “silencio recogido desde las primeras filas de los palcos celestiales”. No quiso dejar atrás “la noche en la que El Puerto será testigo del Martes Santo. Ese día que deja de serlo para hacerse noche. Día en que el Barrio Alto vuelve a refugiarse en el Cautivo”, dejando claro la humildad del barrio y sus gentes y cómo recorre sus calles el Dolor. “Ese día en que la noche se hace silencio”.
Además, indica que “siempre he dicho que los carteles son poesía. Podéis comprobar que el cartel vela para que no se rompa el silencio” porque nadie se atreve a cortarlo tampoco, explica. Deja ver además “cómo muchos ojos se irán detrás de él. Cómo la tarde ya vencida, cómo una persona con una cámara amiga” es capaz de captar trazos más cercanos a Velázquez o Picasso, asegura José Manuel Cristo, que a los que puede ofrecer el arte de la fotografía.
Tras la emotiva intervención de este cofrade, fue el hermano mayor del Dolor, Federico Lobato, el que recogió una reproducción del cartel, para el recuerdo. Jesús Delgado cerró el acto indicando a los presentes y a los cofrades que “nadie va a venir a luchar por lo nuestro”.
El acto estuvo presidido por representantes del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, el equipo de Gobierno, y cofrades varios, así como público en general que no quiso perderse este acto que, como bien dijo el cofrade Jesús Delgado, muestra el pistoletazo de salida hacia la Semana Santa, pues ahora a éste le sucederán un sin fin de actos de este origen, entre ellos, el pregón de la Semana Mayor de la ciudad, que correrá a cargo de Juan Villarreal, profesor de las letras y literatura y diácono.
Delgado anunció y leyó el acta del fallo del jurado del concurso de fotografía para el cartel 2012, siendo el premio al detalle para Victor Bellvis, que obtendrá un recuerdo y 120 euros en material, mientras que el ganador, Alfonso Pérez, recibirá igualmente el recuerdo del consejo y 800 euros. Tras la recogida de sus placas, fue un representante de la banda Cristo del Amor el que recogió también un detalle para ellos, que fueron los que actuaron durante el acto celebrado ayer en el Auditorio Municipal.
Jesús Delgado quiso hacer una reseña del presentador del cartel, confirmando de él que “nace y se cría en el Barrio Alto, un poco olvidado”. Reconoce que “es el tipo de cofrade que toda hermandad desea tener, dispuesto a ayudar, amante de su Puerto, todo un ejemplo a seguir”, por ser “un trabajador infatigable”. Además es “buen amigo, conocedor de la semana grande. Era uno de esos niños que corría por el patio de la Aurora, que por cierto nos quieren quitar, si no lo han hecho ya”, recordando que en su primera igualá recibió un duro golpe, la muerte de su padre. Delgado anuncia que es “hermano del Nazareno, Misericordia y Humildad y Paciencia”, en la que regenta el titulo de capataz de la Señora del Desconsuelo.
Cristo quiso, en primer lugar, tener unas palabras de aliento y agradecimiento para la que fuera presidenta del consejo, Mar Vázquez, por proponerlo, junto a su grupo de trabajo, “como el ángel anunciador de esta Semana Santa”. Su primer recuerdo fue “para los que están en la Semana Santa del cielo”. Recorrió, y así lo hicieron todos los presentes, algunos de los elementos más significativos de la Semana Santa portuense, haciendo mención de las naranjas de la Prioral, las palmeras de Micaela Aramburu, el caminar de los nazarenos, las luces de los candelabros, el terciopelo del manto, la muralla del Castillo de San Marcos, los cirios ardientes, la cal de las fachadas, la negrura de la noche, las saetas al aire, los pies descalzos, las campanas que repican, la chicotá con elegancia o “El Puerto en primavera. El Puerto es la pasión en nuestra Semana Santa”.
En todo momento Cristo estuvo acompañado por la banda Cristo del Amor, que tocó distintas marchas, haciendo así los espacios en el discurso del cofrade. Y ya centrándose en el cartel, confirmó que se trata “de uno de esos días en que El Puerto huele a incienso, cuando el Dolor sale a la calle” por la puerta de la Prioral, con el aire y los naranjos como amigos y compañeros, “expuesto al pueblo, que caminará con él, que camina con Jesús hecho hombre y que dejó ser cautivo”. E hizo lo mismo con los detalles de esta hermandad, por cierto, su corbata a juego con su color predominante, el morado, como antes lo hizo con los de la Semana Santa, dando vida a “los nazarenos morados, los fajines de esparto”, etc.
Algunas de sus frases más significativas en torno al cartel y sus elementos fueron “tinta morada derramada en los cielos” o “silencio recogido desde las primeras filas de los palcos celestiales”. No quiso dejar atrás “la noche en la que El Puerto será testigo del Martes Santo. Ese día que deja de serlo para hacerse noche. Día en que el Barrio Alto vuelve a refugiarse en el Cautivo”, dejando claro la humildad del barrio y sus gentes y cómo recorre sus calles el Dolor. “Ese día en que la noche se hace silencio”.
Además, indica que “siempre he dicho que los carteles son poesía. Podéis comprobar que el cartel vela para que no se rompa el silencio” porque nadie se atreve a cortarlo tampoco, explica. Deja ver además “cómo muchos ojos se irán detrás de él. Cómo la tarde ya vencida, cómo una persona con una cámara amiga” es capaz de captar trazos más cercanos a Velázquez o Picasso, asegura José Manuel Cristo, que a los que puede ofrecer el arte de la fotografía.
Tras la emotiva intervención de este cofrade, fue el hermano mayor del Dolor, Federico Lobato, el que recogió una reproducción del cartel, para el recuerdo. Jesús Delgado cerró el acto indicando a los presentes y a los cofrades que “nadie va a venir a luchar por lo nuestro”.
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