Las dos chirigotas de la capital onubense que han defendido su repertorio en las dos primeras sesiones de preliminares han dado el punto de calidad al inicio del Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino. El viernes, ‘Sebastián I de Huelva y 5º de Punta Umbría’, dirigida por Sergio Rodríguez, conquistó, y de qué manera, la sonrisa del respetable, principalmente con un popurrí lleno de ritmo y encadenando cuartetas cargadas de sentido del humor. El sábado, otro año más, fue la noche de los chicos de Jesuli Perojil. ‘La armada invisible’, un grupo de hormigas chirigoteras que defendieron con gran claridad de voces las letras valientes y poéticas del autor onubense. Por lo demás, ninguna otra agrupación ha logrado, en las dos primeras sesiones, encandilar al aficionado. La modalidad de la comparsa no ha despuntado. Ninguna ha llamado especialmente la atención ni por tipo, ni por afinación, ni por fuerza en las letras. Sólo ‘The Big Band’ de Valverde ha ofrecido algo, al menos, diferente.
La armada invisible
Hormigas chirigoteras que cambian el ritmo de atención del público con una presentación rítmicamente espectacular. En los pasodobles, claridad de voces para una letra directa y sin tapujos, en el primero, y poética, en el segundo. Gran manejo de la energía para llegar al final del popurrí sobrados de fuerza.
El príncipe de mis sueños
Comparsa mixta, debutante en el concurso onubense. Las voces femeninas se imponen a las masculinas en la interpretación de un repertorio plano tanto en letra como en ritmo musical. Atenazados por la falta de experiencia, pero con mimbres para crecer en la batalla de coplas.
Si te acercas te la enseño
Un grupo de guías turísticos que, sin grandes florituras, defiendió su repertorio dignamente. Tipo cargado de ‘pamplinas’ turísticas, buen ritmo en la presentación, pasodobles con ciertos giros musicales, y una humildad muy de agradecer. Lo mejor, un par de cuartetas del popurrí.
The Big Band
Derroche instrumental de un grupo valiente en su propuesta. Muy buena adaptación musical al tipo, gran potencia de voces, y originalidad, muy valorable, tanto en la puesta en escena como en la apuesta por nuevos ritmos carnavaleros, acercándose al jazz. Lo más flojo, sin duda, el maquillaje.
Quién me cogiera
Solterones en busca de su pareja ideal a través de un chirigotero programa televisivo. La ilusión supera a la interpretación, que alcanzó su nivel más adecuado en los cuplés y parte del popurrí. Un pasito adelante respecto al pasado año. Aplausos discretos para agradecer el esfuerzo del grupo sevillano.
Noctámbula
Letra demasiado arriesgada en uno de sus pasodobles, criticando el trato recibido en Huelva el año pasado. Sobra prepotencia. La agrupación se defendió bien vocalmente aunque pecó de cantar demasiado juntos y algo alejados de la línea del escenario. Van mejorando.
Sebastián I de Huelva y 5º de Punta de Umbría
Gran respeto al tipo, letras que no se esconden, ironía a flor de piel, un forillo majestuoso y un popurrí frenéticamente gracioso engrandecen la actuación de la chirigota onubense ‘Sebastián I de Huelva y 5º de Punta Umbría’.
Los consejeros del señor presidente
Sabios taurinos con una buena puesta en escena. Un grupo experimentado del Carnaval, en los inicios cantaban con el ahora grande ‘canijo’ de Carmona, que adaptaron bastante bien su repertorio al tipo, y con buenos puntos en una actuación que los puede conducir a las semifinales del concurso.
Las niñas del barquero
‘Las niñas del barquero’, comparsa femenina lepera, salvó su repertorio por las buenas intenciones de unas buenas voces de mujer que hicieron todo lo posible para dar musicalidad a la creación de Serafín Cruz, que en algunas de sus letras pasa sin decir nada y, en otras, peca de ofensa y machismo.