Consigue el permiso de residencia por la modificación de las penas por vender en la calle
La venta de discos en vía pública ha pasado a ser falta, de modo que el caso por el que iba a ser juzgado ha prescrito
Un senegalés vecino de Huelva, de 35 años, ha conseguido el permiso de residencia y trabajo en España al modificarse la Ley que juzga los delitos por venta de discos en la calle, que ahora pasan a ser faltas, de modo que el caso por el que iba a ser juzgado ha prescrito.
Así lo ha explicado a Efe el abogado Fernando Osuna, encargado de este caso, que ha señalado que su defendido ya obtuvo un permiso inicial en el 2010, ya que fue detenido en Gandía (Valencia), cuyos juzgados están colapsados y no era fijado el día del juicio, y finalmente ha prescrito el caso, al tratarse de una falta y no un delito.
El hombre fue detenido en la localidad valenciana en el 2007, e imputado un delito contra la propiedad intelectual, que durante la tramitación fue modificada para pasar a ser una falta, lo que hace que prescriba en un plazo de un año como máximo desde que se produce la detención.
Osuna ha indicado que, para su defendido, ha sido una suerte la modificación de la Ley, ya que se ha librado del juicio, en el que se le iba a pedir una pena de ocho meses de prisión, además de que se ha desbloqueado la tramitación de sus papeles para vivir y trabajar legalmente en España.
No obstante, ha señalado que la pena de prisión por el delito reseñado no era muy elevada antes de la reforma, "porque muchas audiencias provinciales entendían que no era un delito grave, por no haber requisitos como la voluntad o conciencia de delinquir en los detenidos".
Así lo ha explicado a Efe el abogado Fernando Osuna, encargado de este caso, que ha señalado que su defendido ya obtuvo un permiso inicial en el 2010, ya que fue detenido en Gandía (Valencia), cuyos juzgados están colapsados y no era fijado el día del juicio, y finalmente ha prescrito el caso, al tratarse de una falta y no un delito.
El hombre fue detenido en la localidad valenciana en el 2007, e imputado un delito contra la propiedad intelectual, que durante la tramitación fue modificada para pasar a ser una falta, lo que hace que prescriba en un plazo de un año como máximo desde que se produce la detención.
Osuna ha indicado que, para su defendido, ha sido una suerte la modificación de la Ley, ya que se ha librado del juicio, en el que se le iba a pedir una pena de ocho meses de prisión, además de que se ha desbloqueado la tramitación de sus papeles para vivir y trabajar legalmente en España.
No obstante, ha señalado que la pena de prisión por el delito reseñado no era muy elevada antes de la reforma, "porque muchas audiencias provinciales entendían que no era un delito grave, por no haber requisitos como la voluntad o conciencia de delinquir en los detenidos".
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