El estreno del último espectáculo de Joaquín Grilo cierra el Festival Jerez

El XVI Festival de Jerez se clausurará mañana con el estreno de 'La mar de flamenco', el último espectáculo del bailaor y coreógrafo Joaquín Grilo, que refleja las influencias del mar en el flamenco.

En rueda de prensa, Grilo ha reconocido que dar vida a este montaje es "un reto" que le ha ayudado a "avanzar" y "evolucionar", ya que en su interior venía rondando la idea de trasladar a un espectáculo "las muchas influencias que el mar ha generado en el flamenco".

Según el bailaor jerezano, "esos ritmos que han entrado durante años a través del mar" han permitido que el flamenco "sea hoy lo que es".

El encuentro con el músico Bilgin Canaz en Turquía resultó definitivo a la hora de dar forma a esa inquietud, como prueba su presencia en el espectáculo junto al bailarín de danza contemporánea Javier Pérez.

Canaz "hizo llorar" a Grilo cuando empezó a tocar una flauta de caña a la que en su país llaman neyzen, así como una especie de guitarra con trastes anudados móviles que recibe el nombre de baglamá.

Esas melodías que llegan del Mediterráneo han sido incluidas en los ritmos flamencos por el guitarrista Juan Requena, que es autor de la música; sumándose a ese elenco la armónica y teclados de Antonio Serrano; y José Valencia y Carmen Grilo al baile.

'La mar de flamenco' arranca con las alegrías que marcan el ritmo de las mareas, iniciándose a continuación un viaje musical hacia los ecos morunos que inundan el flamenco y que Joaquín Grilo resume en una zambra.

El bailarín de danza contemporánea Javier Pérez lleva al espectador a las marismas hasta el punto de que él mismo se convierte en un pájaro de estos singulares acuíferos, mientras que la farruca 'Aprendiendo a volar' reúne en escena a Grilo y Pérez, cada uno en su particular disciplina estética.

Los cantes de ida y vuelta -ritmos que llegaron a través del Atlántico al flamenco- incluyen guajiras y colombianas.

Todo este ir y venir pretende conducir al espectáculo hacia Jerez, finalizando Grilo con el flamenco propio de su tierra, que queda reflejado en la bulería 'Del Morao al cielo', de 'Moraíto Chico'.

Desde el punto de vista escénico, la nueva propuesta de Joaquín Grilo apuesta por "un escenario limpio", con pocos elementos, que recurre al efecto multimedia de las proyecciones "para dar forma a cada tema".