El ministro principal de Gibraltar ha creado un problema donde no lo había con el tema de la pesca. De esta forma se ha dado a conocer, puesto que era un absoluto desconocido y la sombra de Caruana es alargada. Y, de camino, como el que no quiere la cosa, desvía la atención de su, hasta ahora, gris gestión, en la que no sobresale nada, hasta el punto de montarse otra historia con la venida a Gibraltar de los Príncipes en los próximos días para reinaugurar la terminal del aeropuerto de Gibraltar, que ya fue inaugurada por Peter Caruana. En fin, a falta de gestión, pues pan y circo.
Y este pan y circo sí que lo ha gestionado bien Fabian Picardo, quien, además, ha encontrado en la alcaldesa de La Línea una aliada que también necesita distraer la atención de sus nueve nóminas y dos extras que debe a sus funcionarios.
Con esta pareja se ha organizado un conflicto diplomático que sería necesario cortar cuanto antes mejor en otras instancias y de manera discreta puesto que se está haciendo un daño importante a los pescadores que son, en definitiva, quienes están sufriendo en sus carnes este circo que se ha montado.
Tenemos que tener clara una cosa y es que las posiciones de todas las partes permanecen y permanecerán invariables. Es decir, Gibraltar seguirá manteniendo que tiene aguas propias mientras que España y el propio Tratado de Utrecht dicen que no.
Pero esto es así y Picardo quiere mantener el “status quo” de siempre con la salvedad de que ha dado un golpe en la mesa para poder decir “aquí estoy yo”.
Y no olvidemos que, aparte de los pescadores, hay también cuatro mil personas que cruzan la Verja todos los días para trabajar y que también están siendo perjudicadas por las enormes colas que se está produciendo en estos días, coincidiendo con el conflicto provocado contra nuestros pescadores.
Así que se trata de un momento en el que hay que usar claramente la templanza, no dejarse llevar por intereses partidistas que en nada benefician a la situación y utilizar la serenidad, la diplomacia y volver a la situación de 1999 concretada y pactada con Peter Caruana.
A Picardo, decirle que ya lo ha conseguido, que ya le conocemos todos y ha chupado cámara en todas las cadenas de televisión y en todas las portadas de los principales periódicos de España, que es lo que quería.
A la alcaldesa de La Línea, igual, que también ha chupado cámara con esta historia y que ya puede dedicarse de lleno a intentar buscar una solución al gravísimo problema de los funcionarios del Ayuntamiento de La Línea.
A Peter Caruana felicitarle por su excelente intervención en el Parlamento de Gibraltar en defensa del acuerdo de 1999 y descubriendo la estrategia de Picardo para darse a conocer.
Y a Landaluce diputado, que utilice todas las influencias posibles con el Gobierno central para, a esas instancias, pueda resolverse este inútil problema de la manera mas discreta posible y así todos mantenemos el “status quo”.