La Policía Rural requiere una reestructuración urgente. Mª Carmen Martínez ya lo anunció cuando asumió la Delegación de Seguridad. En los próximos días tiene previsto reunirse con los alcaldes pedáneos para consensuar con ellos los posibles cambios que podrían efecturse. La propuesta de éstos es casi siempre la misma. Todos coinciden en que es necesario que en estas zonas, pese a gozar de más tranquilidad que en la ciudad, se note esa “presencia policial”, y la solución pasa por el incremento del número de efectivos asignados a las siete pedanías. Manuel Bertolet, primer edil de Torrecera, cree que “en temas de seguridad estamos mucho peor que antes y la sensación de seguridad y abandono es absoluta”. Una de las reivindicaciones que propondrán a Martínez será la de volver a contar con una Policía propia y desmontar la organización actual, canalizada mediante las comandancias de El Torno y Guadalcacín. Bertolet subraya que antes contaban con un agente que tenía dedicación exclusiva en Torrecera, “actuaba como efecto disuasorio”, apunta. En cambio, ahora hay que dar aviso a las dependencias policiales más cercanas, las de El Torno. El tiempo de espera es de al menos diez minutos, “demasiado”, entiende el alcalde de Torrecera. Entre que llega la patrulla y que no, en más de una ocasión “hemos tenido que intervenir en altercados entre vecinos”, y revela que “el coche pasa cinco minutos al día”. Al no haber policías “estamos más propensos a los robos”.
El alcalde de Estella del Marqués, Blas Moreno, coincide con Bertolet en que necesitan más efectivos. Con la desaparición de las patrullas rurales y la organización actual de la Policía se sienten desvalidos y más vulnerables a que ocurra cualquier incidente. “No hace mucho hubo un accidente de tráfico y tardaron más de cinco minutos en llegar”, señala.

equiparación
La delegada de Seguridad les trasladará su intención de equiparar la dotación policial tanto en la zona rural como urbana en proporción al número de habitantes. Actualmente son veintidós los agentes ascritos a la Policía Rural. Once para la comandancia de El Torno (Torrecera, Cuartillos, San Isidro, Majarromaque y barriadas de alrededores), el mismo número para Guadalcacín (Nueva Jarilla, Gibaldín, Estella del Marqués y Zona Este). Moreno pide la ampliación de la plantilla “pero hay que ser consciente de lo que tenemos” y comprende que la dotación debe ser mayor en la zona urbana.
Sobre el estado de las comandancias no hay quejas significativas, por lo menos en el caso de las dependencias de El Torno, tal y como defiende su alcalde, Miguel Morales. Ambas disponen de suficiente mobiliario para las tareas que realizan. En los próximos días los siete alcaldes pedáneos expondrán sus propuestas a la delegada de Seguridad.
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