El Servicio de Inspección Pesquera de la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta ha desarrollado, en colaboración con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y el Servicio Marítimo de este Cuerpo, un operativo contra la pesca ilegal en Málaga, que ha llevado a la incautación de cuatro embarcaciones y la intervención de un total de 50 kilos de pescado inmaduro de diferentes especies, como sardina y boquerón.
En la operación también se han intervenido tres motores fueraborda, cuatro generadores eléctricos y cinco barcazas flotantes fabricadas con palés de madera y garrafas, con sus correspondientes focos de luz, así como varios botes de formol, un producto nocivo para la salud que estas pesquerías furtivas utilizan como conservante, según han informado en un comunicado desde el Gobierno andaluz.
La intervención se llevó a cabo en aguas interiores del puerto de Málaga, con la intervención de cuatro patrulleras --dos de Inspección Pesquera y otras dos de la Guardia Civil--, que sorprendieron a los infractores cuando faenaban en una zona marítima donde se concentran alevines de varias especies pesqueras, ayudándose con plataformas flotantes con focos de luz para atraer las capturas.
Esta actuación se enmarca en la tarea permanente de vigilancia y control para la erradicación de la pesca ilegal que lleva a cabo la Junta de Andalucía, ya sea de forma independiente o en colaboración con la Guardia Civil u otros estamentos. Como fruto de ello, en los últimos años se han intervenido más de un millar de embarcaciones en Málaga dedicadas al 'bolicheo' o pesca furtiva de inmaduros.
La lucha contra esta práctica ilícita contribuye a la protección de los caladeros, del sector pesquero profesional y también del consumidor y de la salud pública, en tanto que las capturas ilegales emplean conservantes tóxicos como el formol y escapan a cualquier tipo de control sanitario.