La incertidumbre creada en torno al proceso de fusión entre Unicaja y Caja España-Duero (Ceiss) han provocado la desconfianza entre las agencias de calificación crediticia, las que analizan y ponen nota a las entidades económicas a nivel internacional. Si hace una semana era Fitch la que mantenía la perspectiva negativa BBB- de Unicaja por su fusión con Ceiss, ahora ha sido la agencia de calificación de riesgos Moody’s ha rebajado la que mantiene la futura fusión “en revisión”.
El presidente de Unicaja, Braulio Medel, tendrá que darse prisa y adoptar una decisión sobre la fusión con Ceiss antes del 31 de octubre, como marca el último decreto sobre el sistema financiero elaborado por el Gobierno. Las últimas valoraciones de las agencias de calificación destacan los prejuicios que las incertidumbres de esta fusión están provocando en la entidad malagueña.
La agencia de calificación cerraba la noche del miércoles sus calificaciones sobre las entidades bancarias españolas tras la publicación de los pruebas de estrés de Oliver Wyman. Así, destacaba que ante “la falta de certeza sobre los posibles proyectos de fusión” mantenía en revisión tanto las calificaciones de Unicaja Banco (Ba1) como las del Ceiss (b1), igual que hacía con Caja Laboral y Popular. Además, castigaba a Liberbank con la bajada de un escalón en su calificación tras la fusión fallida con Ibercaja Banco, también en revisión.
Estas calificaciones en revisión son sólo un ejemplo de la incertidumbre que crea un proyecto de fusión que lleva medio año sin avanzar y en la que una de las partes es un claro lastre que pesa para la futura entidad. Las propias pruebas de estrés de Oliver Wyman dejaban claro que Ceiss sólo podría sobrevivir a una intervención del Estado si prosigue su fusión con Unicaja, proyecto que hasta el propio Braulio Medel reconoce que hay que redefinir.
Caja España-Duero o Ceiss ha ido perdiendo depósitos y clientelas a lo largo del último año, además de requerir 1.269 millones de euros en ayudas públicas (en el mejor escenario, porque las necesidades se duplicarían en el más adverso) si no tiene el sostén de la entidad malagueña.
Braulio Medel conoce la situación económica de Ceiss desde hace meses y ya consiguió en marzo que el Banco de España se comprometiera a otorgarle 1.025 millones en convertibles para aceptar la operación y que la entidad manchega recibiera casi mil millones para sanear sus cuentas antes de la fusión.
El nuevo escenario económico y las nuevas exigencias económicas han provocado esa “redefinición” del proyecto y Medel busca no asumir las pérdidas, ya sea rompiendo el protocolo de fusión, ya sea diluir el poder de Ceiss en favor de Unicaja.
