La mañana de ayer (último día de la exposición de los comerciantes) parecía vislumbrar buenos resultados para el mercado marinero, ya que la lluvia cesó, dejando paso al sol entre las nubes, lo que hizo que muchos portuenses se animaran a recorrer las calles en las que se encuentra instalado el mismo (Luna, Nevería, Placilla, Ricardo Alcón, Vicario y Juan Gavala).
Pero en cambio por la tarde el tiempo meteorológico dio un cambio radical, y las tormentas y las intensas lluvias volvieron a azotar a la ciudad, dejando un panomara desolador en el casco histórico.
Y es que, si el sábado por la noche hubo gente que se atrevió a coger sus paraguas para visitar el mercado marinero, ayer no fueron muchos los que no quisieron mojarse para hacer sus compras, por muy apetecibles que se antojen los productos que traen estos vendedores ambulantes.
Eso sí, en la noche del sábado algunos de los comerciantes volvían a insistir al presidente de Acocen, Miguel Mena, que las lluvias no estaban acompañando, lo que hace presagiar que las ventas no han estado siquiera cerca de las previsiones que realizaron en un principio. Con todo, hay que valorar el esfuerzo realizado, pero el principio del mes de noviembre no ha dado tregua a los asociados de Anayao.
Con todo, hay que esperar y hacer un balance en general de las ganancias y las pérdidas de esta edición, que ha estado demasiado marcada por las lluvias. A pesar de todo, seguro que el área de Comercio vuelve a invitarles a la próxima edición.